UGT, a través de un comuniado de prensa, ha considerado que
renovar el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva
pasa por una política salarial que garantice al menos el
poder adquisitivo de los trabajadores (el IPC medio) y
permita que los sectores y las empresas negocien incrementos
salariales adicionales, en función de la productividad, para
aumentar la capacidad de compra. Esto exige que se incluyan
en los convenios cláusulas de revisión salarial.
El sindicato, que recuerda que los salarios en España han
perdido 7,1 puntos de poder adquisitivo de 2010, considera
que la política de mejora salarial además es realista, justa
y la más adecuada en estos momentos, pues permitirá la
recuperación de la actividad y del empleo.
La política salarial en la negociación colectiva futura
tiene que recoger la recuperación del poder adquisitivo de
los salarios. La obsesión de las patronales por mantener los
incrementos salariales topados y sin establecer un suelo
como condición para renovar el Acuerdo para el Empleo y la
Negociación Colectiva está fuera de toda lógica, no
contempla la realidad y además es contraproducente para la
recuperación.
Por eso, una política salarial que garantice en el sector un
mínimo del IPC medio de 2015, es decir, mantenimiento al
menos del poder adquisitivo, permitiendo que los sectores y
las empresas, en función de la productividad real, negocien
incrementos salariales adicionales, que permitan aumentar la
capacidad de compra, es una política más realista, más justa
y mucho más adecuada al momento. Recuperando la inclusión en
los convenios de cláusulas de revisión salarial, que es la
única justificación de una negociación basada en un
previsión de evolución de precios.
Cuando todo el mundo está de acuerdo en que el país comienza
a crecer, es preciso tener en cuenta esa situación y
colaborar a favorecer su permanencia. No es posible plantear
la misma posición para la negociación en 2012 que para la
negociación en 2015. Sin salarios no hay consumo y sin
consumo no se produce el crecimiento económico. En España,
los salarios han perdido 7,1 puntos de poder adquisitivo
desde 2010.
El II AENC recomendaba topes salariales muy reducidos, pero
incluso ese acuerdo, firmado en enero de 2012, en plena
recesión, con las perspectivas económicas de entonces, ya
contemplaba topes para 2014 en función del crecimiento
económico. Sería fatal para nuestra economía no tener en
cuenta ni la evolución económica ni la pérdida acumulada de
poder adquisitivo de los salarios durante la crisis, a la
hora de enfrentar la negociación salarial futura.
De hecho, no tiene sentido recomendar desde el ámbito
interconfederal limitar los incrementos salariales futuros
hasta el 0,6%, y sin mínimo, cuando es algo que ya no se
hacía en el II AENC para 2014, salvo que el crecimiento
económico de 2013 fuese inferior a 1%. Pero tiene menos
lógica recomendarlo cuando se puede observar claramente cómo
la percepción de la situación de los negociadores es otra.
Efectivamente, las estadísticas de convenios colectivos, que
ahora se publican en función del año de la firma, ya arrojan
durante 2014 que la negociación salarial, que para este año
sí tiene una recomendación de tope, está despegando respecto
de años anteriores: los convenios firmados en 2014 tienen
una subida salarial para 2014 de 0,64%, frente al 0,54% de
subida para este ejercicio que se contiene en convenios
firmados en años anteriores con vigencia para 2014. Además,
se observa que los convenios de sector suben por encima de
la subida de convenios de empresa, pero esto se debe a la
política salarial del gobierno, y no a la realidad de la
negociación colectiva: los convenios de empresas privadas
sitúan la subida salarial media en 0,52%, y son los
convenios de las empresas públicas, con un 0,09% de
incremento, y de las Administraciones públicas, con un
0,00%, los que tiran a la baja de la subida de los convenios
de empresa.
Es cierto que la estadística recoge solo 15 convenios, que
afectan a 19.589 trabajadores, con subida salarial por
encima del 3%, pero también es cierto que esa misma
estadística recoge solo 14 convenios con reducción salarial
y que estos afectan a 7.396 trabajadores.
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