Y lo primero que veo, una vez
vuelto de mis tierras castellano-leonesas es que todo sigue
casi igual, en lo que se refiere a las refriegas políticas,
algo que se va dando, casi por igual, en el resto del
territorio español, incluidas en tal Cataluña y Euskalerría.
Una cosa si me hace cambiar el gesto, cuando veo en portada
de la prensa que “la Ciudad contará con un fondo de 190
millones de euros para inversiones”. Esto suena ya a
vísperas de elecciones o a que los Reyes Magos se han
adelantado en Ceuta, pero sea lo que sea, con todo ese
dineral, si se administra como es debido, podemos decir que
al final del año, y no hemos hecho más que comenzarlo, Ceuta
podrá tener el suelo de todas sus calles de mármol, pongamos
por caso.
Es lo de siempre, incluso desde antes de la frase del que
fuera presidente del Gobierno, ya hace muchos años, mi
paisano Adolfo Suárez, cuando decía:”puedo prometer y
prometo”. Aquel, es cierto, prometía y lograba, con sus
correspondientes consensos, llevar a cabo lo que más falta
hacía, en aquella época.
Ahora, al menos de momento, con las mayorías aplastantes,
allí donde las hay, lo único que se lleva a cabo son los
caprichos y las actuaciones que suenan a música celestial,
pero que no han salido de “las calderas de Pedro Botero”,
por poner frases de bien y de todo lo contrario.
Aunque han sido pocos los días que hemos estado fuera de
Ceuta, al regresar pensé que algo habría cambiado, pero “que
si quieres arroz, Catalina”, ls cosas siguen como estaban,
incluso el precio del combustible que mientras en Madrid o
en la propia Castilla León va bajando cada semana, “en
Madrid ya hay gasolineras con el litro del gasoil por debajo
del euro”, aquí sigue al precio del 20 de diciembre, en
torno a los 99 céntimos, y es que mientras que la diferencia
entre Ceuta y la casi totalidad de la península, hace 15
años, era de un 35% más barato aquí, ahora, cada vez más se
están acercando esos precios e incluso, no me extrañaría que
de seguir este ritmo, en la Semana Santa fuera más caro
llenar aquí el depósito que en Segovia, pongamos por caso.
Naturalmente, aquí el impuesto metido a los carburantes ha
dado para mucho, aunque todo no se note en la ciudad.
Y como además de ese fondo de 190 millones de euros, uno se
pierde en esos números, también, hay que ver algo que puede
resultar positivo, me refiero a los precios del barco, que
se anuncia a bombo y platillo, porque en la naviera
Balearia, la línea de interés público. Me parece muy bien,
pero habrá que poner en claro que el día que yo me iba de
vacaciones, allá por el 20 de diciembre, en la naviera
Trasmediterránea, que ahora nada tiene que ver con el
interés público, me costó ida y vuelta, pasajero y coche
65€, ya veremos si Balearia establece mejores condiciones y
con barcos más cómodos que los que viene utilizando
Trasmediterránea. A partir de aquí, pues, dudo mucho que un
billete a Algeciras, ida y vuelta, coche y conductor sea más
barato de esos 65€, ahora bien si lo es, nos agradaría a
todos, incluso a los dirigentes de esa naviera, que llevaría
más pasajeros.
Y para ir terminando, ya sólo me falta saber quien va a
organizar este año la cabalgata de Reyes del Ayuntamiento,
tras la “huida”, en su día de Jaramillo, hace varios meses.
Y es que, el propio Jaramillo tendría sus errores, pero en
el capítulo de las organizaciones de este tipo era el número
uno, ya veremos si hay un dos en el mismo Ayuntamiento.
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