En el peor momento. Sin duda. España siempre está en el
punto de mira de los fanáticos del islamismo, de sus
terroristas. Siempre. Pero, durante las últimas fechas, las
señales de alarma han crecido de forma exponencial. Y los
responsables policiales no se cansan de advertirlo. Y las
continuas operaciones demuestran que están aquí, que los
terroristas están asentados en territorio español y que,
incluso, son españoles los que empiezan a manejar las
riendas de las tramas, como se ha demostrado tras las
últimas desarticulaciones.
Porque el autodenominado Estado Islámico está asentado en
España. Tiene bases logísticas solventes y potentes en Ceuta
y Melilla. Son centros de captación. Pese a que los golpes
policiales son constantes, logran reproducirse porque
ninguna de las tramas cercenadas tiene vínculo alguno con
otras. Y captan a muchos adeptos y adeptas. Y los envían a
‘combatir’ a las zonas de conflicto. Pero los investigadores
saben, temen y alertan de que la posibilidad de que los
terroristas comiencen a girar la cabeza es cada vez más
alta; que dejen de mirar a Siria y miren directamente a
España como prioridad entre sus objetivos. Por este motivo,
las alarmas son cada vez más constantes.
La sensación que tienen los expertos policiales es que
España puede ser objetivo inminente del autodenominado
Estado Islámico. En esta línea de análisis y de advertencia,
además, se han recibido mensajes durante las últimas semanas
por parte de servicios de inteligencia extranjeros de primer
nivel, de los más respetados, de los que siempre son tenidos
en cuenta por su precisión. Así, España ha recibido datos en
esta línea desde países del entorno del conflicto y de
países como Estados Unidos. Sus servicios de inteligencia ya
han advertido del aumento de la potencialidad terrorista
sobre España. Por eso se considera que ese enfriamiento de
la colaboración policial entre Marruecos y Francia se
produce en uno de los peores momentos, aunque admiten que
nunca es buena esa situación porque Marruecos es clave para
potenciar las pesquisas desde esa zona geoestratégica.
En España, este cambio de situación y este aumento de la
amenaza ha traído consigo que las fuerzas de seguridad del
Estado hayan extremado la precaución y el control sobre las
células detectadas y perseguidas. Porque, tanto en la
península como en Ceuta y Melilla -las dos plazas africanas
son las zonas de máxima preocupación policial- hay cerca de
400 investigaciones en marcha sobre grupos de radicales
islamistas. De éstas, algo más de un centenar se encuentra
en fase ‘durmiente’; es decir, se mantiene una somera
vigilancia por si el grupo se activara. Sobre el resto, la
presión es mayor porque son grupos ya muy avanzados, muy
radicalizados y muy operativos. En base al número de
pesquisas, las zonas más calientes son Cataluña, después
Ceuta y Melilla y después, Madrid. La zona de la Comunidad
Valenciana también está entre las zonas sensibles, pero
lejos de las anteriores.
Y otro de los puntos calientes está en las cárceles; centros
de ‘radicalización’, apuntan los analistas. Pese a que se ha
intentado potenciar la vigilancia en los centros
penitenciarios sobre el colectivo de presos vinculados con
el radicalismo fanático, los expertos coinciden en que se
sigue produciendo un aumento de la radicalización entre los
que ya eran radicales. Y que hay un importante número de
ellos que les toca ir saliendo de los centros tras cumplir
sus condenas. Son más de 300 los presos en cárceles
españolas que cumplen penas por sus vínculos con los
terroristas islamistas.
A esto se suma el temor más incontrolable: la irrupción de
un ‘lobo solitario’. Los últimos episodios en Francia
aumentan el temor. Al grito de ‘Alá es grande’, tres
fanáticos perpetraron acciones aisladas. España, cada vez
está más en el foco.
La Fiscalía advierte
Que el yihadismo es un peligro actual y real para nuestro
país quedó claro en el primer escrito de acusación contra
miembros del Estado islámico presentado por la Fiscalía
recientemente: “El objetivo es la Yihad en Siria para el
establecimiento de un gran Estado Islámico que conllevaría
la expulsión de los occidentales y la aplicación estricta y
radical de las Leyes Islámicas, expandiendo ese gran
califato en todo el mundo incluida España”.
Condenados que vuelven
El mismo escrito advertía de que “entre los predicadores
salafistas” que reclutaban en nuestro país “hay individuos
puestos en libertad en Marruecos por indulto real tras haber
sido condenados por instigar los atentados terroristas
llevado a cabo el año 2003 en Casablanca, uno de cuyos
objetivos fue la Casa de España”.
En la M-30
El último auto de procesamiento contra islamistas dictado
por la Audiencia reflejaba que los actos de adoctrinamiento
y captación comenzaban en la más importante mezquita
madrileña, la de la M-30 de Madrid. Allí miembros del Estado
Islámico reclutaron a radicales que murieron en actos
terroristas en Siria.
Lobos solitarios
Ya el año pasado un auto que enviaba a prisión a un presunto
islamista advertía de que “en la actualidad se puede afirmar
que el terrorismo yihadista en occidente ha evolucionado
hacia un terrorismo de ‘lobos solitarios’, de terroristas
independientes a los que Al Qaeda y sus filiales deja
libertad de acción respecto a la elección de las víctimas y
objetivos y respecto de ‘modus operandi’ del atentado”.
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