La España de la Transición
incorporó a la vida política a personajes de una
considerable talla intelectual, Areilza, Álvarez, El “viejo
Profesor” Tierno Galván o Joaquín Leguina, por poner algunos
ejemplos de los personajes intelectuales de aquella época,
que tanto hicieron por España.
Desgraciadamente, para los españoles, muchos de aquellos
intelectuales desaparecieron de este mundo que nos ha tocado
vivir, y otros se retiraron de la vida política. La
decadencia posterior y el dinero fácil de la corrupción
atrajeron a los partidos a infinidad de personajillos sin
preparación alguna, fracasados de las empresas privadas que
presentían, todos ellos, la posibilidad de prosperar en los
partidos políticos
Con la llegada de todos estos personajillos, no sólo ha
caracterizado a la clase política española la corrupción
sino sobre todo la mediocridad de todos estos arribistas,
que sin conocimiento alguno, con ínfima cultura, se
apresuraron a afiliarse a algunos de los partidos políticos,
especialmente escogían a aquellos partidos más poderosos que
tuviesen oportunidad de gobernar para, de esa forma, hacer
carrera y aferrarse al sillón del poder por los siglos de
los siglos
Una gran parte de muchos de esos politiquillos del tres al
cuarto, mediocres entre los mediocres, faltos de preparación
que les dé la capacidad intelectual suficiente,- de la que
por cierto carecen-, para ocupar esos puestos, no estarían
trabajando ni de becarios en las empresas privadas. Así nos
crece el pelo.
Toda esa corrupción, todas esa mediocridad de los arribistas
que llegaron a afiliarse a los partidos políticos poderosos,
tratando de hacer carrera a costa de la política, es lo que
ha dado lugar a la aparición de Podemos en el mapa político
nacional.
Podemos se extiende como una balsa de aceite por la piel de
toro, al parecer, de forma imparable. Su giro al
distanciarse del chavismo y adoptar como modelo económico
aplicado en los países nórdicos por la socialdemocracia, le
ha llevado a reducir a la mínima expresión a IU y ahora su
próximo objetivo lucha está en atraerse el voto del PSOE.
Pedro Sánchez, secretario geral del PSOE, ha dejado su
rechazo a Podemos a un posible acuerdo con la fuerza de
Pablo Iglesias. Es lo mismo que hizo Cayo Lara, sin
conseguir que Pablo Iglesias se pusiese al teléfono. Lo
mismo le está ocurriendo al líder del PSOE, quien a medida
que se deje seducir por Podemos, se acrecentará su debilidad
para gobernar el partido, pues sus votantes pueden entender
o creer, que ha renunciado a ser un partido con capacidad
para gobernar en España.
Eso ocurrirá, en el caso de que Sánchez sea el candidato a
la presidencia en las elecciones generales, pues tal y como
están las cosas igual, en esas primarias que se anuncian
para ser candidato de los socialistas, en las próximas
elecciones generales, es derrotado por Susana que, por
cierto, maneja el mayor caudal de votos del PSOE, como es
Andalucía auténtico granero de votos socialistas.
La pregunta es: ¿Se puede creer en la moderación de Podemos,
o es un cambio de táctica para lograr votos?. El tiempo lo
dirá.
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