La primera parte de estas
entrañables fiestas ya han pasado. Entre el pasado miércoles
y ayer jueves, miles de ceutíes han celebrado en sus casas
la Nochebuena y la Navidad, aunque la celebración en la
calle es algo que se ha instaurado para las horas previas a
la celebración de la Nochebuena. Cientos de jóvenes salieron
para, antes de reunirse en familia, disfrutar de la compañía
de los amigos y festejar junto a ellos el inicio de la
Navidad, aunque todavía hay jóvenes que no saben disfrutar
de la fiesta y saber donde está el límite.
Aunque de manera generalizada se podría decir que el
ambiente festivo fue magnífico, existen algunas cuestiones
que no cambian y siempre existen los típicos “descerebrados”
que terminan jodiendo la fiesta o almenos ensombreciéndola.
Descerebrado podría llamarse a aquellos que sabiendo que la
noche es larga y que la celebración invita a beber y comer
(pero siempre con moderación) en vez de ir andando allá
donde quede con los amigos, coge el coche, convirtiéndose en
ese mismo instante en un peligro, ya no sólo para su
integridad física, sino también para cualquiera que pueda ir
tranquilamente por la calle. Pero más descerebrado aún es el
que además de coger el coche, lejos de mantener la cordura y
respetar las normas de la circulación, se dedica a circular
a gran velocidad por las calles de la ciudad, y por lo tanto
descerebrado podría llamarse al conductor que durante la
pasada madrugada del jueves estampó su vehículo contra el
kiosko que se encuentra en el cruce de la barriada El Morro,
y todos aquellos conductores que se dedicaron a obviar los
límites de velocidad y a correr por las calles de la ciudad
con sus vehículos poniendo en riesgo, no sólo sus vidas,
sino del resto de ceutíes que se encontraban disfrutando del
inicio de unas fiestas que se postergarán hasta el próximo
día 6 de enero.
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