El incendio producido en el establecimiento de ‘Almacenes
San Pablo’ ubicado en la Paseo del Revellín, puso de
manifiesto la preparación de todos los servicios de
emergencias de la ciudad.
Alrededor de las 12.30 horas, el 1-1-2 recibía en centralita
una llamada sobre un posible incendio en pleno centro de la
ciudad y en un establecimiento muy conocido de Ceuta. En ese
mismo instante y tras dar aviso al Servicio de Extinción de
Incendios y Salvamento (SEIS), se activaba el dispositivo.
Agentes de la Policía Local se desplazaron hasta el lugar
del incendio además de ayudar a los agentes del Cuerpo
Nacional de Policía a acordonar la zona y mantener el orden
público, también estuvieron redirigiendo el tráfico para que
el tráfico no se viera colapsado.
Mientras tanto, todo el personal de servicio del SEIS salía
del Parque de Bomberos con dirección al Paseo del Revellín
con un total de cinco vehículos para proceder a la extinción
del incendio.
Mientras tanto, la gran y densa humareda provocada por el
incendio, y que se podía observar desde cualquier punto de
la ciudad, se expandió con rapidez por todo el patio del
colegio y ante la posibilidad de que el mismo pudiera entrar
en las aulas, se decidió evacuar el centro. Alumnos y
docentes mostraron una disciplina ejemplar a la hora de
proceder al abandono de las instalaciones del centro,
ciñéndose al protocolo que iba marcando el servicio de
emergencias, sacando inicialmente a los más pequeños al
patio exterior del centro, el cual no estaba afectado por el
humo, para posteriormente ir sacando al resto del alumnado
hasta la plaza aledaña al centro. Durante ese tiempo también
se fue avisando a los padres de los alumnos, que se fueron
acercando hasta el centro para ir recogiendo a sus hijos.
Precisamente, ante la magnitud del incendio y el
desconocimiento y el desconcierto existente, algunos de los
padres se acercaron hasta el colegio más o menos atenazados
por los nervios.
Técnicos de Fomento han evaluado las consecuencias del
incendio en el centro docente y han descartado daños en su
estructura, aunque por motivos de seguridad y como medida
cautelar, Fomento determinó colocar vallas en el patio del
colegio para impedir el acceso al mismo; una actuación que
materializó Obimace.
En cuanto a los daños sufridos, desde el SEIS se ha
informado que el almacén donde supuestamente se ha originado
el incendio ha quedado totalmente calcinado así como todo lo
que había en su interior. La actuación ha sido complicada ya
que el techo del citado almacén, de unos 40 metros
cuadrados, era de latón, y ha tenido que ser abierto por los
bomberos para que el humo saliera al exterior y además
liberar la tremenda carga térmica existente en el lugar del
fuego.
En el incendio no han habido heridos aunque si cuantiosos
daños materiales. El personal de Almacenes San Pablo, con el
fundador de la conocida cadena, miraban impotentes cómo pese
a los esfuerzos de los bomberos, el almacén superior del
establecimiento era calcinado por las llamas sin poder
salvar nada de lo que había dentro.
Por último, el Servicio de Transporte Sanitario de Cruz Roja
que estuvo prestando asistencia sanitaria al SEIS durante el
transcurso del incendio han notificado que los voluntarios
de Cruz Roja han llevado a cabo un total tres asistencias
que, desglosadas por patologías, fueron las siguientes: dos
crisis de ansiedad y una intoxicación por humo.
Finalmente, desde la dirección del centro educativo se ha
informado que abrirá sus puertas con normalidad hoy,
viernes, para la entrega de las notas a los escolares, que
comienzan así sus vacaciones de Navidad.
|