Con la de letras que saqué y la de
historias que conté por tantas veces que se imprimió sobre
el papel , hoy traigo unas cuantas cosillas que nos
guardamos por debajo de la arena.
Han sido unos cuantos años en la brecha al pie del cañón
guardando en silencio la luna, cada vez que te miraba
escondida entre tus aguas en la misma orilla.
Pero todo tiene un principio y un fin y si alguien se dignó
a secar mis mejillas nadie supo como el hierro se forjó
ardiente en los bancos de Fuente Caballo y se pulió
corriendo por la arena.
Asomaito a la balustrada nos juramos eterno y lo que se
rompe que dificil es de pegar y no hubo mejores momentos que
cada mañana salir en mi columna lo que se imprimió cada
noche.
La que se durmió en brazos de Javi y se quedó para soñar
cada mañana lo que había publicado lo que había salido ,
para mis lectores en sus cafés y sus tertulias matutinas.
En las mañanitas caballas y paseitos del Revellín con quien
inventara la charla y mientras las guapas caballas hacían la
plaza nos contamos con cada paisano las confidencias que se
pudieran plasmar negro sobre blanco.
Girando esa esquinita que me llevara hasta las ilusiones que
con el paso del tiempo se perdieron pero cuando mas duro era
el fuego y la angustia más fiera, sin el timón en mi mano
temblar.
24 años ya he cumplido y como autor de la letra en todos los
diarios he publicado los Escritos Caballas porque con las
memorias que me dieron por sentir en esta tierra , desde la
Cruz Roja antigua a la Clinica Los Angeles, del Bar las tres
puertas al Cine Astoria.
-Del cuadro a los pulpos , de la Legión a la Marina, de
Regulares a Caballería y ahora con los años peinando canas
otra vez al Murube a cantar los goles de mi tierra y con lo
que yo te diría que la pluma nunca muere porque es una
manera de no morir.
Quien apostó por mi ilusión y mi frescura esculpida a golpe
de hierro como ondea la Bandera de España en el Foso tan
coqueta tan morena, la de cosa que nos decimos cada mañana
con la mirada.
Ceuta con lo que te diria a traves de mis letras salgan
donde salgan quieran donde quieran y no rasgarse las
vestiduras porque nunca se sabe donde empieza la risa, donde
empieza el llanto y donde rie el ultimo y quien pudiera
reirse mejor.
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