La pasividad y el excesivo
“pijoterío” del Ministerio de Fomento ha provocado que los
alumnos del Campus Universitario digan basta y se planten,
negándose a asistir a las clases prácticas ante la falta de
un gimnasio. Hace ya un año y medio que se ha venido
insistiendo en la necesidad de la construcción del citado
gimnasio para que los alumnos, especialmente los de
Educación Física de Magisterio, pudieran desarrollar sus
asignaturas, pero durante todo este periodo de tiempo lo
único que han conseguido son continuas promesas que se han
ido incumpliendo hasta que el límite de la paciencia de
estos estudiantes ya se ha visto superado. Pero si ya es
sumamente recriminable el pasotismo mostrado a la hora de
iniciar estas obras para la construcción de un gimnasio, más
cabreo debe producir entre el alumnado e incluso entre el
profesorado del Campus que ahora dicha obra se retrase
porque se exige un documento de la Agencia Estatal de
Seguridad Aéra, ya que como todo el mundo sabe, en Ceuta y
más por la zona donde se encuentra ubicado el Campus
Universitario el tráfico aéreo es constante y la
construcción de un gimnasio en dicho lugar podría provocar
graves altercados en este tráfico aéreo e incluso ocasionar
alguna colisión que generara cientos de muertos. La verdad
es que suena subrealista o de una película de los hermanos
Marx que la obra del demandado gimnasio se esté demorando
por esta cuestión, cuando ya en Ceuta para no volar no lo
hace ni el helicóptero. Esperemos que cuando ya se cuente
con el permiso pertiente de la Agencia Estatal de Seguridad
Aérea no salga cualquier organización medioambiental
exigiendo que antes de construir el gimnasio deben elaborar
un estudio de cuantas pavanas se aparean y ponen huevos en
las cercanías del campus durante el horario de prácticas.
Por favor señores, más seriedad y comiencen la obra ya.
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