El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
reforzará en 2015 la financiación de los proyectos sociales
destinados a combatir la pobreza, en especial la pobreza
infantil. Lo hará a través de su presupuesto para el año que
viene, como demuestra la creación de una partida de 32
millones de euros a transferir a las Comunidades Autónomas,
y a través del próximo reparto de las subvenciones sociales
con cargo al IRPF, cuyas principales novedades ha precisado
hoy la secretaria de Estado Susana Camarero. El Gobierno
aumentará la financiación de los programas dirigidos a
ayudar a las personas y familias con hijos menores a cargo
que viven en situación vulnerable.
Éste es uno de los principales ejes de la distribución de
unas subvenciones cuya cuantía en 2015 ascenderá a 220
millones de euros, 10 más que la de la distribución de
inicios de este mismo año. El Ministerio que dirige Alfonso
Alonso ha priorizado la ayuda a familias con hijos menores a
cargo y con escasos recursos, y lo ha hecho en estrecha
colaboración con las entidades sociales, receptoras de las
ayudas del IRPF. Las principales: Cruz Roja y Cáritas, ya
que recibirán 42,7 y 25,5 millones de euros,
respectivamente, tal y como aprobó el Consejo de Ministros
del pasado viernes.
Camarero ha valorado este “trabajo conjunto” con el Tercer
Sector y con sus empleados y voluntarios, a los que ha
agradecido su capacidad de esfuerzo y sacrificio, pues
desempeñan su labor en contacto directo con familias y
personas que atraviesan una coyuntura difícil como
consecuencia de la crisis económica que arrancó hace seis
años. Las subvenciones del IRPF se orientan precisamente
hacia este sector.
Por tal razón, dentro del reparto de dichas subvenciones, el
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha
configurado tres campos de actuación, según ha explicado la
secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad:
Se trata de proyectos de organizaciones sociales dedicados a
facilitar la entrega de alimentos, ropa o productos de
higiene; favorecer el pago de recibos derivados del consumo
en los hogares (agua, luz…), o bien del alquiler de la
vivienda; también pretenden apoyar la compra de material
escolar, el uso de los comedores de los colegios o del
transporte del centro.
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