Después de un mes recibiendo restos de fuel en el litoral de
Ceuta ayer supimos la causa de estos vertidos. Hasta ahora
la versión oficial había sido que estas manchas de fuel
procedían de una limpieza ilegal de sentinas en alta mar,
probablemente en la zona atlántica. La hipótesis no parecía
descabellada y no teníamos ningún motivo para desconfiar de
esta explicación oficial a la contaminación marina que ha
estado afectando a las costas ceutíes. Ayer se esclareció en
parte la verdad al determinar la procedencia del vertido,
que no era otra que una línea de distribución de fuel, cuya
propiedad y uso corresponde a la empresa petrolífera Cepsa.
Según se nos informó al mediodía de ayer por fuentes
oficiales, en la noche previa se instó a las empresas
petrolíferas que operan en Ceuta a que realizaran una prueba
de presión de las tuberías por las que se distribuye el fuel
en la zona portuaria. Así es cómo se localizó una fuga en un
tramo de tubería situado en el muelle de Poniente. Esta
prueba se hizo de noche, sin que sepamos si los medios de
contención estaban preparados para actuar con la rapidez
necesaria. En principio no parece muy prudente realizar este
tipo de prueba de noche, cuando la identificación de una
posible fuga resulta complicada, por no decir imposible. Sea
lo que fuere, al día siguiente el vertido era de unas
dimensiones importantes, afectando a puntos de la bahía
norte, la dársena portuaria, el foso de las Murallas Reales
y alcanzó hasta la bahía sur.
La cuestión de cómo y en qué condiciones se realizó la
prueba de presión en las tuberías de fuel es una de tantas
preguntas que requieren una respuesta clara y rigurosa. Para
responder a todas las incógnitas que rodean a este vertido
es necesario realizar una exhaustiva investigación por parte
de las autoridades competentes. Son muchas las preguntas que
a nosotros nos han surgido: ¿Qué antigüedad tienen las
tuberías en las que se ha detectado la fuga? ¿Con que
periodicidad se reponen y revisan? ¿Cuándo y cómo se hacen
estas pruebas de presión para identificar posibles anomalías
o deficiencias? ¿Cumplen las instalaciones de suministro de
fuel las normativas nacionales, europeas e internacionales?
¿Cuentan estos sistemas de tuberías con acumuladores?
Nosotros vamos a solicitar que se nos informen de todas
cuestiones y muchas otras a las que tendrán que
respondernos. Creemos que es importante la participación de
la sociedad civil en el esclarecimiento de estos hechos,
algo que no es lo habitual en el proceder de las
administraciones. No menos exigible es un mayor grado de
transparencia y una mejor política de comunicación e
información a la ciudadanía. La opinión pública tiene
derecho a saber la verdad sin ambigüedades ni edulcoramiento
mediático interesado.
El resultado de esta investigación debe ser la base para la
necesaria depuración de responsabilidades. Estos vertidos
han conllevado unos costes económicos y ambientales que
alguien tendrá que asumir. Este episodio de contaminación
marina no puede quedar impune, como ya ha sucedido en el
pasado. Basta recordar el vertido de fuel detectado en el
año 2008 en la playa de Benitez, en la que también se vio
implicada la empresa CEPSA. En esta ocasión no vamos a
permitir que los expedientes terminen en el fondo de un
cajón. Vamos a personarnos en el expediente informativo que
ya ha abierto la Autoridad Portuaria y vamos a reclamar a la
Consejería de Medio Ambiente que incoe un expediente
sancionador contra la empresa responsable de este nuevo
episodio de vertido por los daños ambientales que ha sufrido
los ecosistemas litorales y las especies de flora y fauna
marina, algunas de ellas protegidas por la normativa
nacional y comunitaria. Para compensar estos daños es
necesario evaluar los impactos ambientales y poner en marcha
un plan de recuperación ambiental lo antes posible.
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