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La petición realizada por la Unión
Federal de Policía (UFP) solicitando refuerzos para la
frontera del Tarajal, ante la inminente apertura del nuevo
paso para los porteadores, Tarajal II, no ha caído en saco
roto y el Ministerio del Interior, a través de la Dirección
General de la Policía, ha sabido entender la opinión de los
profesionales y ya ha convocado diez plazas, en comisión de
servicios, para reforzar estas nuevas instalaciones, que
solo están pendientes de que las autoridades del país
vecinos den el visto bueno para que entren en
funcionamiento. Este entendimiento entre las partes hace
pensar que la Jefatura Superior de Policía de Ceuta es un
objetivo prioritario para los responsables de la Dirección
General, ya que, aparte de esta convocatoria, son muchos los
efectivos que se desplazan hasta la ciudad para tratar de
reforzar la seguridad en una zona. El Tarajal II va a estar
dotado, según ya informaron desde la Delegación del
Gobierno, de los avances necesarios para el control de las
mercancías y, sobre todo, para darle fluidez al paso de los
porteadores con el fin de acabar con esas avalanchas
humanas, que tristemente ya provocaron algunas muertes,
apartes de bastantes heridos. Este comercio atípico acordado
entre dos países soberanos como son España y Marruecos no
puede convertirse en una disputa diaria entre porteadores y
agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Hay que
acabar con eso y, en beneficio de todos los agentes que
intervienen, hay que hacerlo ya. La Dirección General de la
Policía ha dado el primer paso y ahora lo que hace falta es
que el entendimiento entre el resto llegue y la situación
del trasiego de mercancías se normalice de una vez por todas
y se adecue a los tiempos que vivimos. Esa imagen de
“mujeres mulas” no beneficia a nadie y a Ceuta mucho menos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
