Después de que el pasado pleno ordinario de la Asamblea,
celebrado el día 1, acabara sin haber debatido todos los
puntos del día, los grupos buscan la manera de que esto no
vuelva a ocurrir. El presidente Juan Vivas reconoció ayer
que doce horas de pleno es “demasiado tiempo” y, aunque
recordó que para los diputados la asistencia a las sesiones
es una de sus obligaciones, también señaló que agota a la
ciudadanía.
“Debemos procurar que la atención ciudadana no se agote por
la excesiva duración de los plenos”, manifestó Vivas que se
ha marcado como objetivo cambiar la dinámica que se ha
mantenido y consolidado a lo largo de una legislatura
caracterizada por no respetar los tiempos de intervención en
la Asamblea. Por eso, el presidente baraja la posibilidad de
reducir los tiempos y comenzar a hacer cumplir con el
cronómetro, a pesar de que no se ha hecho hasta ahora.
La otra alternativa, según señaló ayer Vivas ante los
medios, sería la de rebajar el número de mociones por grupo.
Mientras, la tercera posibilidad, aunque de momento no se
tiene en cuenta, es la de hacer más plenos y dividir el
orden del día. Pero Vivas no apuesta por esta fórmula
porque, recordó, hay diputados que no cobran exclusivamente
de la Asamblea y tienen que atender sus trabajos. “Por otra
parte el Gobierno, aunque tiene entre sus funciones atender
las sesiones plenarias, esta no es la única, y también hay
que gestionar”, añadió Vivas para incidir es que es
necesario “buscar un equilibrio”. “Nos quedan cinco o seis
plenos en la legislatura y tendremos que buscar una solución
que no provoque rechazo de nadie”, concluyó Vivas para
asegurar que ese es su objetivo. No obstante, parece poco el
tiempo que tiene para conseguirlo.
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