Un intolerable gesto trilero. Así califica Caballas la
defensa que hizo el pasado viernes Emilio Carreira, portavoz
del Ejecutivo, de que en Ceuta se ha creado empleo a pesar
de la crisis apoyándose en que desde 2007 se han ganado
alrededor de mil afiliados a la Seguridad Social. El
portavoz aseguró que el alto número de parados tiene su
explicación en la llegada de ciudadanos que, a consecuencia
de la crisis se quedaron sin empleo y decidieron volver a su
ciudad, en busca tal vez de las ayudas sociales. Para los
miembros de la coalición, con este argumento, el Gobierno
“pretende eludir sus evidentes responsabilidades en la
elevada tasa de paro que azota a la Ciudad”. Además,
reprochan a Carreira que “para colmo”, presuma “del tímido
catálogo de medidas de protección social”.
“El Gobierno culpabiliza del paro a los ciudadanos por
existir”, lamentaban ayer desde Caballas a través de un
comunicado. Sin embargo, señalaban, no explica las razones
“por las que ha rechazado todas y cada una de las medidas
que se plantean para reactivar el sector económico privado
que se debilita progresivamente ante su irresponsable
pasividad”. “Iniciativas como la implantación de nuevas
superficies comerciales, el Plan de Choque de Turismo, la
implantación de industria digital, la desafectación de
Cañonero Dato, la reconversión de los polígonos o el pacto
local por la construcción, entre otras, son iniciativas que
se han desechado, olvidado o desatendido sin ninguna
explicación convincente”, denuncian los localistas. Para
ellos, el PP ha demostrado “de manera concluyente” que la
reactivación económica de Ceuta “no es una prioridad”. “El
PP piensa que el paro no afecta a su electorado”, ironizan.
No obstante, para Caballas lo más vergonzoso es “la
explicación del aumento de población que, según el PP, se
debe a las extraordinarias ayudas sociales”. “El importe
total de todos los programas para el año 2015 (IMIS,
alojamiento alternativo y ayudas “puntuales”) suponen 2,8
millones de euros, recuerdan para advertir que esto equivale
al 1% del presupuesto. “Sólo se puede calificar de broma de
mal gusto”, concluyen los localistas.
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