Celebramos el 36 aniversario de nuestra Constitución, en un
momento en el que la ciudadanía española está mostrando su
plena madurez democrática asumiendo un papel activo,
reivindicativo y participativo en la defensa de los valores
de la Constitución y reclamando una más clara y contundente
respuesta de la política y de las instituciones a los retos
que debe afrontar nuestra democracia.
España es un país sólido, que ha apostado abiertamente por
defender el proyecto común de la Unión Europea, y en el que
disfrutamos de una democracia asentada, después de la
superación de serias dificultades y graves acontecimientos
de quienes no querían facilitar la consolidación de este
modelo de convivencia. El momento actual requiere un diálogo
sosegado y el mayor consenso posible en los principales
asuntos, para salir, todos juntos, de la actual situación de
crisis.
El PSOE es consciente de su reto de recuperar la confianza
de la mayor parte de la ciudadanía, en un momento social y
político nada fácil, que requiere reformas en profundidad
para poder dar respuesta a las cuestiones que están azotando
a nuestra democracia y a la cohesión de nuestra sociedad. La
crisis económica que siguen sufriendo seriamente gran parte
de las familias y de la ciudadanía españolas y que ha
situado la tasa de desigualdad en España entre las más altas
de Europa; la corrupción que está poniendo en entredicho el
funcionamiento democrático de nuestras instituciones; y las
disfunciones que ya no puede resolver nuestro Estado de las
Autonomías, necesitan respuestas contundentes, que cuenten,
además, con el mayor respaldo posible, tanto político como
social.
2015 es un año clave para nuestra Democracia. El próximo 24
de mayo, cada una de nosotras y nosotros estamos invitados a
participar directamente, ejerciendo nuestro derecho al voto,
en un posible cambio de las fuerzas políticas, tanto en la
mayoría de las Comunidades Autónomas como en los
Ayuntamientos. El PSOE quiere convencer al mayor número
posible de ciudadanos y ciudadanas, con propuestas que den
una respuesta directa y responsable a sus problemas e
inquietudes.
Ni el retroceso, ni el inmovilismo, ni la ruptura son la
solución que España necesita. La solución, una vez más, es
la reforma.
Por ello, el PSOE va a hacer un planteamiento sereno y
realista ante esta doble convocatoria electoral y va a
proponer una evolución natural de nuestra Constitución de
1978, actualizando el diseño territorial del Estado, tanto
en el ámbito autonómico como el local. Queremos dar a
nuestra Carta Magna un contenido federal con la idea de
reforzar nuestra identidad, compatibilizándolo con el
respeto profundo a la pluralidad de los pueblos que integran
España y contribuyendo, así, a fortalecer la Unión Europea
ante un mundo global, diverso e interdependiente.
Aunque el balance del funcionamiento de nuestro Estado de
las Autonomías ha sido positivo, porque resolvió de forma
eficaz la vertebración de España y la cohesión de nuestra
sociedad, es preciso acometer ahora una serie de reformas
que integren plenamente a todos sus territorios en un nuevo
espacio de convivencia. El resurgimiento de viejas
tentaciones centralista y secesionista, fruto de la actual
crisis económica y política, hacen imprescindible avanzar
hacia esa nueva estructura de carácter federal, que
requerirá, con el esfuerzo y la generosidad de todos, el
consenso de la Constitución del 78, acuerdo que ha hecho
posible nuestra convivencia durante estos 36 años.
Los socialistas entendemos que este nuevo pacto puede tener
una base sólida con el reconocimiento de unos principios
esenciales: la igualdad de los derechos básicos de toda la
ciudadanía, cualquiera que sea su lugar de residencia; el
respeto de las identidades diferenciadas dentro de España,
en un proyecto colectivo común; la recuperación del respeto
y de la lealtad institucionales; la potenciación de la
cooperación efectiva entre el Gobierno de España y los
Gobiernos Autonómicos, y de éstos entre sí.
De esta forma, conseguiremos potenciar la solidaridad
necesaria para seguir reduciendo las desigualdades
territoriales, y una mayor eficacia y racionalización de la
gestión de los recursos públicos, lo que permitirá preservar
nuestro Estado del Bienestar y facilitar, y también mejorar,
la existencia y la calidad de vida de nuestros ciudadanos y
ciudadanas, blindando el mantenimiento de los servicios
públicos esenciales, ya sea la Educación, la Sanidad, el
sistema general de dependencia o las pensiones, con una
reforma del artículo 135 de la Constitución.
Una mejor ordenación de las diferentes Administraciones del
Estado pasa, además, por reforzar el papel de nuestros
Ayuntamientos, abordando una legislación diametralmente
opuesta a la reforma local del Gobierno del PP desde el
reconocimiento constitucional de la autonomía local y del
derecho de nuestros entes locales a participar en los
ingresos del Estado y de las Comunidades Autónomas, sin
ningún tipo de condición.
La administración local permite una proximidad entre
gobernantes y ciudadanos, que favorece la calidad de la
democracia y propicia un mejor control de la ciudadanía y
una más visible rendición de cuentas. Este reforzamiento de
la democracia no resulta incompatible, sino complementario,
con los criterios económicos de eficiencia y eficacia. La
autonomía municipal no se debe reducir o limitar a la
prestación obligatoria de servicios jurídicamente
configurados como derechos de vecinos y vecinas. La
autonomía de los municipios es de naturaleza política, por
lo que exige competencias propias para el impulso de
políticas específicas, que puedan contribuir a preservar el
Estado del Bienestar.
Lejos de pretender imponer estas propuestas, los socialistas
queremos alcanzar un nuevo acuerdo de ciudadanía por la vía
del diálogo, la negociación y la búsqueda del máximo
consenso. Por eso, planteamos iniciar en la Comisión
Constitucional del Congreso de los Diputados el estudio de
la reforma que proponemos; por eso, también pedimos la
convocatoria de la Conferencia de Presidentes para dar
inicio a la renovación del sistema de financiación
autonómica.
En el día de hoy, como hace 36 años, desde el PSOE queremos
reiterar nuestro compromiso con el sistema constitucional
manifestando nuestra disposición a liderar un nuevo pacto
ciudadano, que regenere nuestra democracia, la dote de mayor
legitimidad y la prepare para afrontar los nuevos desafíos
con el fin de volver a hacer de España un proyecto
atractivo, compartido y participativo que dé seguridad,
libertad y garantías de progreso y bienestar a todos y
todas.
|