La tasa de actividad, es decir, el porcentaje de personas
que trabajan o quieren hacerlo en relación con el total de
la población en edad legal de trabajar, de las personas con
discapacidad más elevada se da en las ciudades autónomas de
Ceuta y Melilla, donde alcanza el 46,3 %, seguida de Murcia,
Baleares y Madrid (43,2%). Las tasas más bajas se dan en
Galicia (30,5%), Canarias (30,6%) y La Rioja (31,1%).
En el conjunto de España, la tasa de actividad de las
personas con discapacidad es del 37,4%, la mitad del
porcentaje de la población que no tiene discapacidad
(77,2%), según refleja en los últimos datos del Instituto
Nacional de Estadística (INE) de 2013, dados a conocer ayer,
que constatan la baja participación del colectivo en el
mercado laboral.
Además, la tasa de paro de estas personas superaba en 2013
en nueve puntos a la de la población general (35% frente al
26%).
Los datos del INE reflejan que el pasado año 1.428.300
personas con edades comprendidas entre los 16 y los 64 años
y residentes en hogares familiares tenían certificado de
discapacidad, lo que representa el 4,7% de la población
española en edad laboral.
La tasa de empleo del colectivo era en 2013 del 24,3%, más
de 32 puntos inferior a la de la población sin discapacidad.
Según ramas de actividad, el mayor porcentaje de
trabajadores con discapacidad se registra en actividades
sanitarias y de servicios sociales (13,2%), seguido de
industrias extractivas y manufactureras (12,4%),
administración pública y defensa (10,9%) y actividades
administrativas y servicios auxiliares (10,8%).
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