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A veces hay cuestiones que no se
alcanzan a entender, sencillamente porque la falta de
sentido común y, en ocasiones, la falta de conocimiento
hacen que se pongan encima de la mesa proposiciones
incoherentes, y lo que es peor, para las que no se es ni tan
siquiera competente. La propuesta de Caballas para que se
reaperture el paso fronterizo de Benzú viene, según ya
explicó la formación fechas atrás, para aliviar la presión
que vive diariamente la frontera del Tarajal, que ya
repercuten no sólo en los polígonos. Es entendible, aunque
irresponsable, que el primer partido de la oposición en la
Asamblea entre en este juego, ya que tiene que vender su
producto a los votantes, máxime cuando acaba de darse el
pistoletazo de salida para las elecciones de mayo de 2015.
Lo que no es admisible es que en la sesión plenaria
celebrada este lunes se debata el asunto, para el que la
Ciudad no tiene ninguna competencia y que el Gobierno
acuerde una transaccional para hacer un estudio de algo que
invade claramente las competencias del Estado en algo de
tanta responsabilidad como la gestión fronteriza asumida por
dos Estados. Así lo dejó claro la Delegación del Gobierno en
un durísimo comunicado dirigido hacia Caballas y el Grupo
Popular.
Además parece que se deja en saco roto la inversión, con
dinero público, que se ha hecho en las nuevas instalaciones
del Tarajal II, que saca el paso de los porteadores del
polígono del Tarajal. Además de la próxima inversión en el
entorno de la frontera. Dicen que no hay más ciego que el
que no quiere ver y a nadie se le escapan los continuos
rifirrafes entre Caballas y el delegado del Gobierno. Eso es
un cosa y otra muy distinta es que todos, incluidos los
populares, dejen de un lado la razón y entren en este juego
absurdo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
