El PSOE reiteró ayer su petición de que se diseñe un Plan de
Infancia en la ciudad que atienda a esta parte de la
población, sobre todo, después de “los efectos devastadores
de la crisis”. El portavoz del grupo socialista, José
Antonio Carracao, alertó de que la Comisión de la Infancia
no puede ser la única herramienta para atender a los menores
porque, aseguró, carece de competencias. “Asegurar que la
Infancia y la Adolescencia tengan garantizados sus derechos
y su desarrollo, debe ser nuestra prioridad”, señaló.
Carracao, que reconoció que el plan que se está
desarrollando a nivel nacional, recordó que uno de los
objetivos de este plan es que se adapte a las realidades
locales. “Lo que demandamos es que se contextualice y se
desarrolle un plan autonómico”, manifestó el socialista.
Ante esto, la consejera de Presidencia, Yolanda Bel, le
contestó que el Gobierno mantiene el mismo criterio que
cuando el grupo socialista llevó a pleno por primera vez
esta propuesta. “Existe un plan nacional y ese es el
instrumento que vertebra las políticas relacionadas con esta
materia”, dijo Bel. “Parece que la Ciudad, por regirse por
ese plan, no atiende a la infancia o adolescencia, y si me
refiero al área de Menores se invierte más de 10 millones de
euros y son casi 900 los menores que son atendidos por este
área”, señaló la consejera que, a continuación, relató un
listado de inversiones dirigidas a niños y adolescentes a
través de distintas áreas como la sanitaria (500.000 euros
para el calendario de vacunas), la educativa en niños de
cero a tres años (más de 1,2 millones de euros con los que
se atiende a 534 niños), las becas (más de 1,5 millones
repartidos entre más 12.000 niños), o en el área de asuntos
sociales con ayudas como el Ingreso Mínimo de Inserción
Social que, recordó Bel, va a parar a familias con menores
en riesgo de exclusión.
Sin embargo, esta ráfaga de cifras no dejó satisfecho a
Carracao, que lamentó que no haya actuaciones “más
decididas” dirigidas a la infancia. “Lo que ha dicho es sólo
parte de lo que deberían haber hecho”, le espetó Carracao a
Bel para añadir: “El problema es que este gobierno es poco
amigo de la planificación”. “No quieren asumir un compromiso
en primera persona con un plan propio”, lamentó Carracao
antes de que tumbaran su propuesta.
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