Buenos días, Ceuta.
El martes, me di una vuelta por mi ciudad natal y me
encontré con que ya no es como la dejé hará unos cinco años.
Más triste, más encerrada en sí misma, con multitud de
amigos desaparecidos, unos porque dijeron adiós
definitivamente y otros porque cerraron sus empresas, como
mi buen amigo Paco Sánchez, el historiador, cuyo comercio de
la calle Camoens ya no existe; de mi otro buen amigo Miguel,
chef del restaurante La Pérgola; los amigos de La Tertulia
Flamenca (antiguo “Er Contró”), cerrada a cal y canto con el
letrerito de que se alquila; etc., etc.
Cientos de comercios cerrados y un ambiente que invita a la
congoja y a las ganas de salir pitando.
Cientos de pintadas “Ejército Islámico” en las paredes,
cientos de marroquíes en sus calles, centinelas de la
Comandancia armados hasta los dientes… ¿qué está pasando en
realidad?
Me acerco a la redacción del periódico y saludo al editor y
al gerente del mismo comentando unas pocas cosas
relacionadas con el conflicto mediático del Gobierno de la
Ciudad Autónoma y los periódicos de la ciudad. Ya es un
grano en el culo. Y bien gordo.
Antes de regresar me paso por el Mentidero para reponerme
del susto de ver a mi ciudad convertida en esa cosa con muy
pocas cosas. En el bar me encuentro con Manolo de la Torre
que me cuenta, después de saludarnos efusivamente, cosas
suyas que me dejan asombrado en parte y que no voy a
comentar aquí porque son pocas cosas y para solo dos además.
Tan pocas cosas como suele manifestar nuestro ‘oscuro’
presidente del Gobierno.
Mariano, Mariano, que se te sigue viendo el plumero, hombre.
No está bien que digas que “Unas pocas cosas no son 46
millones de españoles”, deberías matizar y decir “Unas pocas
cosas son 46 billones, con b, de euros dilapidados”. Sin
embargo esas ‘pocas cosas’ han estado fastidiando a casi
esos 46 millones de españoles, restando a los que aún creen
en ti.
¿Cómo quieres que entendamos eso que dices: “Ya sé que se
han producido algunas cosas que no nos gustaría que se
produjeran…”? ¿Querrás decir que están pillado a los tuyos y
no querías que se produjera o qué?, acláramelo, Mariano, por
favor. Lo correcto es que manifiestes que se han producido
muchas corrupciones y no nos gusta eso. Lo de “gustaría” es
profundamente dubitativo.
Veo que tenéis, los del PP, un guión perfectamente asumido
en el socorrido efecto del victimismo surrealista por cuanto
las declaraciones del presidente Rajoy son idénticas a las
de Aguirre: el ‘mea culpa’ pidiendo perdón. Como si con eso,
poca cosa, espera que los ciudadanos les demos la bendición,
tras un buen plato de langosta, es que están sonados.
Mariano Rajoy, te pregunto aunque no espero respuesta ¿Por
qué usáis, con harta frecuencia, el principio jurídico de
‘presunción de inocencia’?, es recurrente cuando se trata de
miembros del PP imputados… ¿Por qué no lo mencionáis cuando
se trata de imputados de otros partidos?, así que la
declaración de Cospedal de que no todas las personas son
iguales… ¿es por eso?
Habéis estado jodiendo la vida a millones de españoles
durante esos tres años que lleváis con las riendas bien
agarradas, por vuestra mayoría absoluta y, a pesar de que
tengáis bastantes resortes tramposos que supuestamente
quiten hierro a esas “unas pocas cosas”, el tiempo y la
ciudadanía os pasará factura, y bien abultada. Al tiempo.
Estamos entretenidos con esos manejos políticos. Para
empezar comienzan a culpar a los peones de las instituciones
oficiales mientras el rey y la reina siguen en sus casillas
protegidos por las torres marca ‘Mayoría absoluta’… ¿A dónde
iremos a parar?
Bueno, retorno al oscuro cielo de mi ciudad natal, compro
unas cajetillas del Pall Mall y me largo a buen paso hacia
la Estación Marítima para abordar el ferry.
Larga cola en la barrera policial de control de identidad,
que paso sin problemas pero, mientras espero el
‘radiografiado’ de mi equipaje, un joven con tejanos se me
acerca mostrando la insignia de policía y pidiéndome el
carnet, lo mira, me lo devuelve y me dice, más que pregunta,
que soy de Ceuta. Hombre, no voy a ser subsahariano…
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