A nadie se le escapa que el Urbanismo de Ceuta, está
necesitado de mucho trabajo. Veintidós años han transcurrido
desde que se aprobase allá por el año 1992, el anterior PGOU.
Con sus luces y sus sombras, ha de servir sin duda a la
tarea, difícil y compleja a la que hoy se enfrenta el
Gobierno del PP, dirigido por Juan Vivas. La revisión del
PGOU.
Recogidas las experiencias de 22 años de aplicación de un
plan, que ya sin duda está agotado, y con la experiencia
acumulada de la mayor crisis económica y financiera, que sin
duda ha golpeado y trasformado más que a ningún otro, al
sector de la construcción, el gobierno del PP se enfrenta a
los grandes retos de la ordenación urbana de nuestra Ciudad.
A través del Plan, el Gobierno trata de afrontar los
problemas que acucian a la Ciudad:
- El crecimiento caótico en algunas partes de la Ciudad,
- Encontrar las verdaderas bolsas de futuro crecimiento,
- Los viales, que agilicen el transito del campo a la
Ciudad,
- El tema paisajístico y de recuperación de nuestros
litorales (norte y sur),
El asunto de la integración de los suelos no necesarios para
Defensa, en la trama urbana de la Ciudad Autónoma de Ceuta
La implementación de la Ciudad con la zona portuaria, como
zona de crecimiento económico. La solución a los problemas
creados en la zona cercana a la frontera del Tarajal, tanto
desde el punto de vista del tráfico, como de los peatones.
Los polígonos. La solución de equipamientos necesarios e
históricos por esperados: colegios, centros sanitarios,
espacios culturales, deportivos, espacios de ocio. La eterna
demanda de vivienda en la Ciudad. El crecimiento desmedido
de la población en Ceuta de los últimos años, que nos sitúa
al borde de los 90.000 habitantes…Y en definitiva las
posibles soluciones a situaciones que de la hipótesis ha
pasado a la realidad, y algunas situaciones no contempladas
y sobrevenidas.
A todo ello, trata de dar respuesta una revisión, que más
allá de gustos y estilos, plantea soluciones puntuales y
concretas. Algunas de ellas muy criticadas, por sectores
diversos, pero que no han aportado absolutamente nada más
allá de la crítica.
La excusa de un plan antiguo, no sirve, no cuela
sencillamente porque en esta revisión del plan se han
recogido una gran cantidad de sugerencias, de las aportadas
en el momento de su exposición anterior, como documento de
avance, previo al inicio del trámite de aprobación. La
crítica fácil de ser un plan aprobado a toda prisa, tampoco
cuela.
La Consejera en el Pleno defendió que se venían celebrando
comisiones informativas, ya con el documento actual, con la
oposición desde casi su llegada al cargo, allá por 2012. Y a
todo esto la oposición, simplemente critica y critica, un
plan que para empezar desconoce. Con sus clásicas críticas
“modelo”, y sin entrar en el fondo de la cuestión, en el
“meollo” del asunto.
Ni una sola propuesta, ni una sola, para aportar algo a un
plan que como dijo la Consejera nacían con vocación de que
se aportasen mejoras, errores que se podían corregir, o
simples sugerencias de la oposición. Otro modelo, una
alternativa.
Caballas, con su continua “muletilla” de la legalización del
Príncipe. Cuestión ampliamente debatida y recogida de forma
expresa en el plan, con la solución que los técnicos
consideran más viable, posible y legal nada más...y nada
menos. PSOE ni eso, ni está en éste asunto, ni se le
espera... De la Diputada adscrita mejor ni hablar, porque ha
llegado a manifestar que en el plan no venía reflejada la
prisión nueva, cosa que evidentemente es errónea, que
evidentemente o no se lo ha leído o lo ha hecho con muy poca
atención.
En fin que hoy por hoy, está a punto de concluir la fase de
exposición inicial de la revisión del PGOU, que concluirá el
próximo 5 de noviembre y con él la presentación de
alegaciones.
Los únicos que han hecho sus deberes, son el Gobierno, que
está liderando un proyecto importantísimo para la Ciudad, y
los Ciudadanos, particulares y empresas que con sus
alegaciones nos ayudarán a mejorar el plan, sin duda alguna.
En algunas ocasiones a corregirlo, y en otras a matizarlo.
El continuo dialogo con el Ministerio de Fomento, instancia
última de aprobación del Plan, nos da la seguridad de que
aquellas soluciones propuestas en el plan, para los
problemas que antes hemos relatado, y las alegaciones y
modificaciones, que se introduzcan en ésta segunda fase de
aprobación provisional, gracias a la participación
ciudadana, están amparadas en el marco legal.
Y con esto conseguiremos que una vez aprobado el plan de
forma provisional en la Asamblea de la Ciudad, con la
introducción de las modificaciones que sean recogidas, vía
alegación, se eleve al Ministerio de Fomento, para su
aprobación en el menor tiempo posible.
Con la intención de causar, a promotores, y empresarios
relacionados con éste sector, el menor problema posible,
debido a la suspensión de licencias que opera en toda
revisión de los Planes generales.
Es necesario terminar con un mensaje realista aunque también
esperanzador. La revisión del PGOU, no es la panacea que
resolverá de un plumazo los problemas antes referidos, pero
sí al menos, será el dibujo más realista para alcanzar esos
objetivos.
Y por eso es tan fundamental, que el Gobierno se vea
acompañado de todas las aportaciones que sean capaces de
hacer todos los ciudadanos.
Aún la oposición tiene unos días para presentar un modelo
alternativo si es que este le parece tan nefasto.
Nos quedamos con una frase de Glenn Murcutt, arquitecto
australiano contemporáneo: “necesitamos soluciones para los
problemas reales, no inventar posibles problemas, para luego
deslumbrar con las posibles soluciones”.
Esperemos que la revisión del PGOU, que está llevando a cabo
el Gobierno del PP, sirva para dar respuesta a esos grandes
problemas, cuya solución, todos estamos de acuerdo en que no
se puede aplazar más.
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