Buenos días, Ceuta.
Nuevo fin de semana recorriendo Andalucía, con visitas
guiadas a varios lugares de interés y a otros lugares con
publicidad engañosa.
Bueno, eso de la publicidad engañosa lo dejaré para otro
artículo, el de hoy va sobre las preguntas molestas,
centradas en los miembros del Gobierno actual.
Antes quiero destacar la interpretación sobre presunción de
inocencia, que mencionan con harta frecuencia los miembros
del PP, tal vez agobiados porque van tirando del hilo, con
parsimonia y seguridad, y el ovillo va empequeñeciendo.
A vueltas con la ‘puerta giratoria’, estoy de acuerdo con el
Gran Wioming en que esa expresión se traduce en ‘trincar’,
hago mía la frase de Iñigo Errejón “Estamos viendo la
descomposición de un árbol podrido” por cuanto es una gran
verdad que sólo encuentra intentos de contrarrestarla en las
mentiras, más podridas aún, de los altos cargos peperos.
Empecemos por Cristóbal Montoro, el ministro de los atracos
legales a los pobres, que empieza a cabrearse de manera
incorrectamente política. Le molestan las preguntas sobre la
corrupción en el PP cuando debería responderlas con total
sinceridad y olvidándose de que es militante pepero por
cuanto como ministro, se debe a todos los españoles sean del
signo que sean.
Las posturas de los peperos, en referencia a los corruptos,
están perfectamente retratadas en la secretaria general del
partido, Dolores Cospedal, con el uso inadecuado de
presunción de inocencia que jamás he oído de su boca cuando
se trata de gente normal, no son de la casta, y de otros
políticos de partidos diferentes al suyo.
Los intentos de quitar mierda de Cospedal, y los demás
compañeros del PP, hacia los corruptos de su partido son muy
claros y por lo que pueda pasar, en un futuro cercano, trata
de llevar las cuestiones sobre los corruptos a un terreno
que ni pintado para ella: la familia Pujol Ferrusola,
forzando el desvío de la atención pública y silenciando los
nombres de sus compañeros del PP corruptos.
Que diga que están trabajando sin descanso para que las
malas prácticas no se vuelvan a producir nunca más… se
traduce rotundamente en “Quitadme lo bailao”, muy claro y
conciso, más aún cuando exclama que “no se puede tratar a
todo el mundo por igual”… ¡la hostia!, se nota claramente
que se están posicionando a la defensiva.
Estando como están las cosas en el panorama político de este
país, no es de extrañar que Cospedal se atreva mandar un
aviso, velado como siempre hacen los peperos, al juez de la
Audiencia Nacional “que tenga sentido de la responsabilidad
y diferencie entre lo bueno y lo malo porque unas personas
no son iguales que otras”. En definitiva, esta señora está
mandando a tomar por culo lo dicho por el ex rey Juan Carlos
“TODOS LOS ESPAÑOLES SOMOS IGUALES ANTE LA LEY”
Supongamos que… ¿Una mujer que rompe un vidrio y es
condenada a cuatro años y pico de prisión, es diferente a
otra que se ha enriquecido ilícitamente mediante la
corrupción? Pues sí, a la primera la enchironan sin más
cuento y a la segunda la elevan a los altares paganos,
pidiéndole perdón encima.
A la primera mujer le obligan a pagar ella misma, mientras
que a la segunda obligan a todos los ciudadanos, menos a la
casta donde se incluye esa segunda mujer, a pagar los
desaguisados cometidos.
¿Esto es bueno? ¿Así funciona la justicia en nuestro país?,
pues claro que sí. Existen ‘mordidas’ de toda clase. El
dinero llama a dinero.
Lo mismo pasa con la destrucción de pruebas: la casta se
atreve a borrar sus discos duros y la Justicia se hace la
ciega, a pesar que siempre se ha decido serlo por lo de la
venda, mientras que un ciudadano burgués para abajo se ve
enchironado si hace lo mismo, acusado de obstrucción a la
Justicia. ¡Desde luego que no somos iguales ante la ley.
Solo lo son los iguales de la ONCE.
En fin, la vida sigue y yo también, con la creencia de que
la corrupción afecta muy poco a los partidos políticos
porque, entre todos, lo hemos querido así.
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