Se ha puesto de moda atacar a la
Guardia Civil que actúa en las fronteras de Ceuta y Muelilla
para impedir el paso de la inmigración ilegal. O sea, con
claridad meridiana, por cumplir con su deber, pues estas dos
ciudades españolas tienen el derecho y el deber de proteger
la inviolabilidad de sus fronteras, como país soberano que
es España.
Y en éste Estado de Derecho y país soberano que es España,
se entra por nuestras fronteras de forma legal, como en
cualquier otro país soberano. Lo que no se puede entrar es
de manera ilegal, en ningún país soberano de forma masiva y
con violencia.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, ha avisado el
pasado lunes al Gobierno español que no puede usar la fuerza
para impedir a los inmigrantes irregulares cruzar las
fronteras de Ceuta y Melilla y ha resaltado que no vacilará
en actuar si detecta incumplimiento de la legislación de la
UE.
Subraya, la comisaria “Las medidas de vigilancia de la
fronteras debe ser proporcionadas y sólo se puede utilizar
la fuerza en caso necesario y en la medida que lo exija el
desempeño de las funciones de los agentes, con vista a
proteger su seguridad y sus vidas; no debe recurrirse a la
fuerza para disuadir del cruce de fronteras no autorizados”
Esto la ha subrayado la comisaria en repuesta a un
interpelación parlamentaria del eurodiputado de Bildu, Josu
Juaristi.
Ante esto, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz,
ha afirmado que los inmigrantes que han saltado la valla de
Melilla cuentan con “entrenamiento y planificación
profesional” organizada por las mafias, y ha denunciado que
algunos de ellos han amenazados a los agentes de la Guardia
Civil asegurando que padecen Ébola.
La Guardia Civil, ante las amenazas, los insultos,
escupitajos, patadas y ataques con herramientas, no tiene
más remedio que responder con los medios a su alcance para
defenderse y proteger sus vidas porque, aunque algunos no se
lo crean, no les interesa creérselo, sólo se defienden de
los ataques que reciben, en algunas ocasiones, en defensa de
sus propias vidas. Un respeto a la actuación de la Guardia
Civil en las fornteras de Ceuta y Melilla.
Antes de hablar y criticar su labor, habría que vivir “in
situ” las actuaciones de los inmigrantes que intentan entrar
ilegalmente en estas dos ciudades españolas.
¿Cómo se podrían evitar esas injustas criticas a la Guardia
Civil?. Muy fácil, quitando la vallas, dejando pasar a todos
los ilegales que lleguen y poniéndoles unas azafatas, para a
su llegada preguntarles, a dónde quieren ustedes ir a
Bruselas o a Las Vascongadas dónde gobierne Bildu,
Los que quieran ir Bruselas diríjanse a las autobuses de la
derecha y los que quieran ir a Las Vascongadas a los de la
izquierda. Antes, por favor, si no les moletas pasen por
aquella tienda de campaña donde le darán una bolsa de
alimentos para el viaje.
En ambos lados, me imagino que los recibirían con los brazos
abiertos y se dejaría de amenazar a España y criticar la
actuación de la Guardia Civil. Ya verán ustedes, que no van
a querer aceptar mi maravillosa idea.
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