Hasta las dependnecias de EL PUEBLO se desplazó ayer la
madre de un alumno, que se encuentra cursando 5º de
Educación Primaria en el CEIP Juan Carlos I, para denunciar
que su hijo había sido agredido, presuntamente, por el
conserje del citado centro.
La madre del alumno, Susana Mª. Sánchez, manifestaba que
quería dar a conocer esta situación para que no se vuelva a
producir, indicando igualmente que la dirección del centro,
tras poner en conocimiento de la misma lo ocurrido no ha
querido pronunciarse al respecto, indicándole tan sólo que
“tienen otra versión de los hechos”.
Durante su presencia en las dependencias de este medio, la
progenitora del menor manifestaba que su hijo acude
diariamente por las tardes al centro a clases de refuerzo o
las conocidas clases particulares, y que el pasado viernes,
mientras su hijo se encontraba en las instalaciones del
centro junto a otro compañero y un hermano jugando a los
cromos, el conserje del colegio se dirigió a ellos para
indicarles que “no podían estar en el interior del centro”,
a lo que el menor le replicó preguntándole que “por qué no
podían estar dentro con los cromos si no estaban haciendo
nada malo”. Seguidamente y tras la pregunta del pequeño, la
madre de éste asegura que el conserje volvió a dirigirse al
menor y advirtió que “no iba a entrar a la clase de
refuerzo”.
Seguidamente, la madre del menor resalta que una vez llegó
la hora de que su hijo entrara en clase, cuando su hijo se
disponía a entrar al centro el conserje “salió de donde
estaba, le metió un empujón contra el marco de la puerta de
un cuartillo donde está el teléfono, lo metió ahí cerró el
petillo y empezó a pegarle al niño”, indicando que le
agredió con la rodilla en el muslo, “un guantazo con la mano
abierta en el pecho”, pudiendo observar seguidamente “cómo
sacaba a mi hijo” del cuartillo gritándole “iros de aquí
gitanos de mierda”, a lo que su hijo le respondió “moro de
mierda”.
En ese mismo instante se vivieron momentos de tensión ya que
tal y como relata la progenitora del pequeño, ella se
dirigió al conserje para recriminarle e indicarle que “no es
nadie para decir que no puede entrar a clase ni para pegarle
al niño y que quería hablar con la maestra”, manifestando
que el conserje se negó y no la dejó hablar con la tutora de
su hijo.
Una vez fuera del centro, la madre del pequeño paró un
vehículo de la policía para denunciar lo que le había
ocurrido, y tras tomar los datos y comprobar que
efectivamente presentaba marcas por la presunta agresión, se
le aconsejó que se dirgiera a un servicio de urgencias para
que se levantara un parte de lesiones, asistiendo al
servicio de Urgencias del José Lafont donde tras la
exploración realizada por el facultativo se recoge en el
parte que “presenta un enrojecimiento con la forma de la
palma de una mano izquierda del tamaño de la mano de un
adulto a nivel del xifoides (entre torax y abdomen)”.
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La dirección del centro no quiere opinar sobre los sucedido
y ha dado cuenta a la Dirección Provincial del MECD
Tras conocer la versión ofrecida
por la madre, este diario se puso ayer en contacto con la
dirección del centro desde donde se nos informó que no iba a
valorar nada de lo ocurrido porque “los hechos se produjeron
por la tarde y que no había ningún personal del centro”.
Igualmente, el director del colegio aseguró que ya conoce
las dos versiones, tanto la del presunto agredido como la
del presunto agresor, y que como son enfrentadas deberán ser
los juzgados los que dictaminen lo ocurrido y emitan la
sentencia, asegurando igualmente que los hechos han sido
dados a conocer a la Dirección Provincial del MECD por si
tiene que tomar algún tipo de medida y que el conserje del
centro asegura tener testigos que pueden atestiguar que “le
estaban increpando e insultando”.
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