Hace una semana recibimos información de La Real Academia de
la Lengua, la cual acababa de publicar la edición número 23
de su diccionario y en su quinta acepción de la palabra
gitano nos llama trapacero.
Al descubrir el significado de la palabra trapacero, respiré
profundamente y a continuación se me vino a la mente el
Presidente de la Ciudad de Ceuta, Juan Vivas Lara y su
anterior Jefe de Gabinete Francisco Javier Sánchez Paris, a
los cuales yo personalmente me merecen la apreciación
personal de redomados trapaceros.
La consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo, Yolanda
Bel y según la Asociación Manos Limpias es una trapacaera.
El exconsejero de Festejos Premi Mirchandani y el
exviceconsejero Salvador Jaramillo, dimitieron de sus cargos
porque según los líderes de la oposición eran unos
trapaceros.
A nivel nacional y en tiempo actual se nos viene a la
memoria la trama de los ERE en Andalucia, la trama Gürtel en
Valencia, el caso Barcenas, Tarjetas opacas…Todos ellos
representantes políticos y redomados trapaceros.
Y no voy a extenderme más pero no están todos los que son,
ni son todos los que están, no sé en que estarían pensando
los virtuosos académicos de la RAE cuando nos equiparan a
los personajes más representativos de la vida pública. Este
artículo solamente lo tuve que trasladar a mi ciudad,
después de haber leído a Juan de Dios Ramírez-Heredia.
Se me olvidaba, la definición que la Real Academia de la
Lengua da a este término: el gitano es una persona trapacera
“Que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a
alguien en un asunto”.
Salud y Libertad
*Presidente CRC
|