El ansia de poder es en algunas personas tan desmedido, que
para conseguirlo no dudan en pisotear cualquier derecho, en
traicionar, en sufrir o en exponer la vida ajena e incluso
la propia.
Según parece la orientación al poder de cada individuo se
encuentra muy relacionada con su carácter, que a su vez se
relaciona con ciertos componentes genéticos. Lo cierto es
que la relación entre genética y poder ha sido un tema
olvidado durante décadas, pero un estudio realizado en 2006,
por un equipo de investigación de la universidad de
Minnesota, concluye que la relación no es trivial. Dicho
estudio muestra la existencia de una tendencia heredada
hacia la búsqueda de poder; es decir, el ansia de poder es
una propensión natural de determinados individuos, que
evidentemente puede ser modelada por las experiencias
vitales y el proceso de socialización.
Seamos sinceros, muchas personas muestran una sorprendente
tendencia a dominar, a someter, a imponerse a otros; a
conseguir que los demás acepten sus objetivos, deseos e
intereses. De hecho, las luchas de poder están detrás de la
mayoría de las interacciones sociales, sean éstas del tipo
que sean: políticas, empresariales, deportivas, religiosas…
El ansia de poder es una de las grandes motivaciones
humanas. Una motivación que muestra distintos niveles de
intensidad, y que, por supuesto, muchos nunca reconocerán.
Pero no todo el mundo está preparado para tener poder: no
todo el que lo desea lo merece. Como dice Fredy Kofman: “En
las manos de un ser humano sano y maduro, el poder, como el
dinero o cualquier otro instrumento, es una gran bendición.
Pero en las manos del inmaduro, vicioso o enfermo emocional,
el poder es un peligro horrible”.
Después de todo lo explicado anteriormente, se puede
entender las ansias de poder que tiene el Presidente de la
Ciudad Autónoma de Ceuta, ya que desde el 2001 y hasta las
próximas elecciones a la Ciudad Autónoma de Ceuta en 2015,
habrán pasado catorce años al frente del Gobierno de esta
ciudad. Hay que reconocer y nunca me quiero olvidar que los
primeros ocho años fueron buenos y productivos para esta
ciudad que estuviera al frente del Gobierno local, pero esos
tiempos han pasado. El tiempo trascurrido como numero uno
del Gobierno local le ha pasado factura, su insistencia en
seguir gobernando esta ciudad ha causado más perjuicio que
beneficio a esta ciudad, su insistencia en seguir al frente
del Gobierno de la ciudad solo demuestra el ansia de poder
que esta padeciendo en los últimos años.
Las decisiones y actuaciones del Presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, comienzan a tener cierto peligro
administrativo para esta ciudad, sus decisiones a la hora de
elegir el personal que debe estar al frente de los distintos
departamentos de la ciudad, solo han sido equivocaciones
tras equivocaciones, desde la cantidad de políticos del
Gobierno imputados judicialmente, incluyendo a familiares
suyos introducidos en el Gobierno con calzador. Sumando a
esta lista de políticos en los que el aposto personalmente
contra las opinión de su propio partido, que al cabo del
tiempo se han tenido que marchar por la puerta de atrás por
supuestas irregularidades administrativas. Ha esta lita de
herreros no hay que olvidar los cometidos en la propia
administración, como por ejemplo, la reestructuración de la
administración local aprobada en el Pleno de la ciudad y
suspendida por sospechas de que podía ser ilegal, no podemos
olvidar tampoco la faraónica obra de la Marina Española, que
al fina acabo en un cumplimiento de una sentencia judicial,
tampoco podemos olvidar el incremento de la deuda de la
ciudad en los últimos años, que se ha multiplicando por
tres, podíamos seguir enumerando las decisiones y
actuaciones desastrosas que el Presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta ha estado haciendo en los últimos años.
Para colmo de los males en el ultimo pleno nos anuncia que
se presentara a la reelección.
Esto es el claro ejemplo del ansia de poder del Presidente
de la Ciudad Autónoma de Ceuta, que viendo como ha lapidado
la herencia de una ciudad prospera que él mismo había
construido, viendo como ya por su edad y sus años al frente
de la institución ya no esta cualificado ni preparado para
seguir. Pero su afán y ansia de poder no le permiten ver la
cruda realidad de esta ciudad, y como de un acto bíblico su
actuación sera como se dice en la biblia en Jeremías 45:
“Pues quiero que sepas que yo voy a destruir lo que he
construido, y voy a arrancar lo que he plantado. ¡Voy a
acabar con toda esta tierra!”.
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