Los dos integrantes de una patrulla policial se dirigieron a
las inmediaciones del Monte Hacho, en la zona conocida como
la Sirena donde al parecer se encontraba una persona que
pretendía suicidarse tirándose al vacío, al que salvaron.
Una vez en el lugar comprobaron que efectivamente había un
hombre en el acantilado por lo que inmediatamente bajaron
por un terraplén hasta situarse a escasos metros del
presunto suicida, comenzando a dialogar con él para tratar
de que depusiera su actitud,
Tras unos minutos de diálogo, esta persona se lanzó al vacío
por un precipicio de unos cien metros, momento en que uno de
los policías le coge por el brazo y lo sujeta a la vez que
su compañero le agarra a él evitando así la caída de ambos.
Encontrándose al límite de sus fuerzas, otro policía acudió
en su ayuda, sujetándolos y evitando que se precipitaran al
vacío. Momentos después llegó un agente de la guardia civil
que portaba varias cuerdas, con las que sujetaron al hombre.
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