Buenos días, Ceuta.
Fin de semana disfrutado enormemente, recorriendo el
interior de Andalucía, visitando sus pueblos y parajes y
reencontrándome con el pasado y pagando los gastos con mi
tarjeta, no con la ‘black’ que no la tengo.
Hemos pasado por Antequera, la cuna de mi abuela, y
aprovechando que caía cerca, al lado mismo, recorrimos el
maravilloso paraje de El Torcal. En realidad fue una paliza
caminando algo más de tres horas entre peñascales enormes.
Bueno, vayamos a lo que vamos: el deslizamiento de nuestro
país por la pendiente de la vergüenza hacia un desastre
previsible de antemano..
No vuelvo sobre el tema de las “black’s card’s” porque está
bastante sobado y sigue sobándolo los medios de comunicación
del país.
Sólo diré que la postura del partido que nos gobierna está
demasiado clara, demasiado transparente como para que no
creamos que si alguien tira de la manta (sea Bárcenas o Rato
o cualquier otro), se van a precipitar en el abismo con todo
su peso.
Mientras que contra el ciudadano medio, para abajo, Hacienda
presiona de una manera cruel, para el militante o
simpatizante pepero es agua de rositas… que si han prescrito
sus supuestos delitos fiscales, que no superan 120.000
euros/año para ser considerado delito… Dios los cría y ellos
se juntan, no digo más.
Escribamos de los sobresueldos. A mí, como a todos los
compañeros y directivos, la empresa me pagaba un
sobresueldo: compensación por el colegio de los niños, las
dietas, el desplazamiento, la ‘chaqueta’, etc., que incluían
en la nómina sin posibilidad de ocultarlo a Hacienda porque
me retenían el porcentaje correspondiente.
Visto desde la perspectiva de un ciudadano corriente, cuesta
admitir que hayan otros ciudadanos que lo cobran, en
cantidades que en nada se puede comparar con lo mío, y
encima se pasan a Hacienda por los huevos, dejando el
correspondiente hedor a podrido que destila esa
desvergonzada posición de mandamases de lo que sea.
Preguntaría a Rajoy muchas de las razones que le han
conducido a llevar al país casi al borde de la bancarrota
(la deuda pública así lo presagia), pero me limitaré a
preguntarle lo siguiente: ¿Cómo es posible que el país tome
esa pendiente, casi vertiginosa, del hundimiento de la
economía si durante el Gobierno del PP han derrochado
cientos de miles de millones sin utilidad ninguna para el
propio país.
No escribo, repito, de las “black’ card’s”, que eso es un
infinitésimamente pequeño porcentaje, sino de todo lo que
han derrochado en Irak, el Prestige, los ‘monumentos’
inservibles como las construcciones monumentales (Ciudad de
las Artes, estaciones de AVE sin utilizar, aeropuertos
muertos, etc., como ejemplo) y sean capaces de formar EREs
expulsando a gente valiosa que, fuera del país, obtienen
premios y reconocimientos internacionales además de
‘ordenar’ enormes recortes en sanidad y educación y bajadas
salariales en todas partes, permitiendo de paso que se
enriquezcan súbitamente en el sector privado.
Ahora entiendo que declaren con tanto optimismo que la
economía LES va mejor. No para el país, a menos que ellos se
consideren el país y el resto de ciudadanos no sean más que
escoria.
Como escoria están tratando a nuestros enfermos; nuestros
niños en el tema de la educación; a nuestros trabajadores
imponiéndoles condiciones infrahumanas, la mayoría de las
veces, a través de esa trampa llamada Reforma Laboral, un
fracaso absoluto, dejándolos sin trabajo ni subsidios; a
nuestro abuelos con el enorme engaño tipificado como
Preferentes y encima amenazándolos frecuentemente con atacar
sus pensiona, ya fueron atacadas, impidiéndoles gozar del
último tramo de sus vidas con tranquilidad.
El uso y abuso de los recursos naturales está haciendo mucho
daño al ciudadano medio para abajo, toda vez que son
recursos propiedad de todos y que no lo deberían cobrar como
los cobran actualmente. En fin, la vida sigue y yo también,
con una factura de la luz por las nubes.
|