La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, ha avisado este
lunes al Gobierno español de que no puede usar la fuerza
para impedir a los inmigrantes irregulares cruzar las
fronteras de Ceuta y Melilla y ha resaltado que no vacilará
en actuar si detecta incumplimientos de la legislación de la
UE.
“Las medidas de vigilancia de las fronteras deben ser
proporcionadas y sólo se puede utilizar la fuerza en caso
necesario y en la medida en que lo exija el desempeño de las
funciones de los agentes, con vistas a proteger su seguridad
y sus vidas; no debe recurrirse a la fuerza para disuadir
del cruce de fronteras no autorizado”, subraya Malmström en
respuesta a una interpelación parlamentaria del eurodiputado
de Bildu, Josu Juaristi.
Juaristi aseguraba en su pregunta que “la situación en las
vallas de Ceuta y Melilla continúa agravándose” y que
“además de las expulsiones sumarias de personas que se
encontraban en territorio español, se han producido decenas
de heridos, incluso fallecidos, debido a las agresiones
realizadas por las fuerzas de seguridad”. En este sentido,
se remitía a los testimonios recogidos por la ONG Prodein
sobre los intentos de salto del 13 y el 30 de agosto.
“La Comisión ha entablado un diálogo con España para abordar
la situación de Ceuta y Melilla, incluso en lo que se
refiere a la aplicación de la directiva sobre el retorno a
las personas interceptadas al cruzar de forma irregular la
frontera”, explica la responsable de Interior en su
respuesta, en la que aclara que Bruselas “no está estudiando
el envío de una misión de observación a Ceuta y Melilla”.
Malmström resalta que “la vigilancia de las fronteras debe
llevarse a cabo sin perjuicio de los derechos de las
personas que soliciten protección internacional, en
particular en lo que se refiere al principio de no
devolución y al acceso efectivo al procedimiento de asilo”.
“Los Estados miembros deben velar por que se respeten las
garantías mínimas en virtud de la Directiva sobre el
retorno, aun en el caso de haber decidido, como ha hecho
España, no aplicarla a los nacionales de terceros países
interceptados en la frontera”, reclama la comisaria de
Interior.
“La Comisión no vacilará en tomar las medidas adecuadas
cuando haya indicios de que un Estado miembro ha infringido
el derecho de la UE”, concluye la respuesta de Malmström.
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