Ni son amigos, ni creo que lo
puedan ser en la vida y muy especialmente, mientras el uno y
el otro estén en la política, cada uno en una formación
diferente y ambas enfrentadas.
Si en la política existiera lógica alguna el uno y el otro
mirarían hacia la misma parte:” al bien de la Ciudad”, lo
malo de esto es que:”la lógica para la política se estudia
en las malas escuelas de lógica y está explicada por malos
profesores de lógica”, con lo que, así nos va, especialmente
cuando hay que entrar en asuntos de profundidad.
Carreira, que sin haber estado en la candidatura del PP, en
las últimas elecciones, ha entrado en el Gobierno para
dejarse ver y para defender “todas las virtudes del PP”, se
dirige a Carracao para pedirle que sea prudente en sus
manifestaciones.
Algo falla aquí, cuando Carreira no le pide que sea sincero,
sino simplemente prudente. ¿Dónde empieza y hasta donde
llega la prudencia?. Si la interpretación de Carreira sobre
la prudencia está en decir lo que, pongamos por caso, le
interesa al PP, en ese caso está utilizando el término
prudencia con un sentido erróneo, porque lo que le pide es
que no sea sincero y que tape errores o posibles errores en
la gestión del Gobierno de la Ciudad.
Al final, como no podía ser menos, en alguien a quien se ha
colocado ahí para que sea el primero al que le “rompan” la
cara, Carreira, en uno de tantos conflictos que le van
cercando, reconoce que hubo un error en Acemsa en dos
certificaciones.
Mal andamos, si esos errores existen, y peor se andará
todavía si se justifican como algo pasajero. Así se pasan
tantas cosas, todo es correcto cuando le afecta a uno, todo
es infame si está afectando a un contrario.
Y por eso, en muchas ocasiones, yo he dicho y sigo
manteniendo que es nefasto gobernar con mayorías
aplastantes, y es funesto porque la fuerza de los votos, que
no tiene por qué serlo dé la razón, lo que suele hacer es
forzar a que las bocas estén cerradas, forzar a guardar
silencios que si favorecen, digo si favorecen, sería a los
que cometieron el error, mientras que los verdaderos debates
se hacen y se hacen de verdad cuando las fuerzas están
equilibradas.
Y aquí se está ya en una clara precampaña, precampaña que
llevan a cabo PSOE y PP con alguna salida, casi siempre
fuera de tono y de tino de Caballas, y con las demás fuerzas
que pueden aspirar a llegar a la Ciudad guardando demasiados
silencios, Algo perverso, que nadie lo duda.
Llegados a este punto, lo auténticamente cierto es que los
dos que se pueden quemar o “chamuscar” en esta larguísima
precampaña electoral van a ser Carreira y Carracao. Algo
positivo quedará, pues, en su haber.
Así las cosas, Carreira será el “verdadero paraguas” de
Vivas y a cambio ya se sabe, el huequecito en un puesto de
responsabilidad, mientras que Carracao tiene que actuar como
“único espada”, al ser tan corto su grupo en el
Ayuntamiento.
Eso sí que quema, porque además de dar la cara, te estás
exponiendo a que te la “rompan” con sólo decir un día algo
que, aún, no se había dicho, en momentos precedentes.
Lo de las certificaciones debiera explicarse muy bien a los
ciudadanos que somos los que pagamos los impuestos, en
principio, y ahí está el lugar, porque éste debería ser el
lugar abonado para que Caballas dijera algo, pero algo
sensato, serio y correcto, sobre esos asuntos que, si los
dejas pasar, se archivan en un cajón y “ a otra cosa”.
Con más o con menos simpatías, con más o menos aprecio al
uno o al otro, lo cierto y verdadero es que, de momento, tan
sólo dos, Carreira y Carracao son los que dan la cara. Los
demás, todos ellos, permanecen en la madriguera y desde ahí
no se ganan unas elecciones.
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