El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio
González, ha mostrado la preocupación del ejecutivo ante la
presencia de unos 2.000 inmigrantes subsaharianos en los
alrededores de la frontera de Ceuta, en territorio marroquí
y a la espera de entrar ilegalmente en la ciudad.
En declaraciones recogidas por Efe, González ha advertido:
“No estamos bien, porque hace unos meses podíamos estar
hablando de unos 200 inmigrantes en el entorno de la
frontera y ahora tenemos entre 1.500 y 2.000 personas, y en
cualquier momento podemos tener una situación complicada”.
El delegado del Gobierno ha declarado que la situación no
tiene nada ver con la que vive Melilla, pero sí ha
puntualizado que “se están tomando medidas para que no haya
problemas”.
Ha precisado que actualmente están entrando en Ceuta una
media de 15 a 20 inmigrantes cada semana, bien ocultos en
dobles fondos practicados en vehículos o mediante empleo de
documentación falsa.
“Si hacemos un control férreo en la frontera no pasa ningún
inmigrante porque se haría en vehículos, en documentación…
en todo, pero hay que buscar un equilibrio entre seguridad y
permisividad por flujo económico. Si cerráramos puertas,
habría quien dijera que la economía de Ceuta se hunde”, ha
asegurado.
El delegado ha señalado que “hay algo que excede la
inmigración irregular en estos controles en la frontera,
porque no sabemos si quien entra es un inmigrante más
buscando una mejora de sus condiciones o busca algo que
excede esto”.
“Estamos en un estado de seguridad por lo que sucede en
nuestro entorno, por la amenaza del mundo yihadista, y hay
que tener cuidado”, ha indicado.
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