El levantamiento del secreto del sumario del caso por el
homicidio de Mohamed Ennakra “Gufito” permite conocer, con
la documentación que se refleja en el expediente, que fue lo
que sucedió aquella fatídica noche del 10 de agosto, cuando
el mencionado recibió tres impactos de bala, dos en la
cabeza y uno en el brazo izquierdo, y que tuvo como
resultado el fallecimiento de la víctima.
La declaración de un testigo presencial de los hechos se ha
convertido en una pieza importante en el caso y que, pese a
que está en libertad provisional decretado a través de un
auto dictado por la magistrada juez del Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción número dos de Ceuta, deja sin
coartada a los dos imputados en el caso.
Así y en su declaración, el testigo presencial de los hechos
relata como se encontraba en el lugar comiendo un bocadillo
en la zona del depósito de agua de Acemsa sobre las 00.00 y
las 00.005. En ese momento vieron como una moto “pasaba por
el lugar dando la vuelta a la rotonda con dos personas”. Que
este hecho se produjo en dos ocasiones “con un intervalo de
unos cinco o siete minutos y que cuando empezó a rular la
moto fue sobre las 00.15 horas”.
El testigo explica en su declaración que el conductor de la
moto era “el Huveda” y que lo reconoció “porque el caso era
negro y tenía la visera levantada” y que el que iba detrás
“como paquete era el apodado Fati”, a los que conoce de
vista.
En su relato, prosigue el testigo, explica como la segunda
vez que pasa la moto observa que un vehículo Mercedes se
detiene “con el motor en marcha y las luces encendidas y de
repente baja el coche gris”, un Fiat Stylo en el que viajaba
Mohamed Ennakra “Gufito”.
Cuando el vehículo en el que viajaba “Gufito” pasó, el
Mercedes “da un acelerón como asustándole, como si le fuera
a dar, aunque el coche gris lo esquivó y diguió circulando
“.
Acto seguido, según la declaración del testigo, “la moto,
que venía en sentido contrario, al vehículo gris dio la
vuelta a la rotonda” y el testigo escuchó “un pitido de
claxon de la moto cuando ésta aún “iba detrás del coche,
como para llamar la atención del conductor”.
Acto seguido, prosigue el testigo con su relato, el vehículo
gris “frenó un poco y en ese momento la moto se puso al
lado” del citado coche y el testigo “escuchó seis
detonaciones”.
El coche, tras los disparos, se deslizó despacio hasta una
farola existente en el lugar, contra que terminó
empotrándose.
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No pudo ver el arma pero si reconoció al autor de los tiros
El testigo en su declaración
explica que “la persona que disparó era el tal Fathi, que
era el que iba detrás en la moto, vestido entero de negro,
con chándal y guantes negro”.
Agrega que cuando lo vio llevaba “el casco integral con la
visera levantada y lo reconoció porque minutos antes lo
había visto perfectamente pasar dos veces”.
El testigo también declara que “no pudo ver el arma, ya que
la distancia a la que se encontraba era de unos 40 o 60
metros, aproximadamente”. En este sentido, decir que este
periódico ha podido conocer que en la zona en la que se
encontraba el testigo goza de buena visibilidad aún de
noche. Tras realizar los disparos, los ocupantes de la
motocicleta salieron huyendo en dirección hacia Juan Carlos
I.
Cuando el testigo llegó para prestar ayuda, ya había
personas que estaban sacando a la víctima y que eran
ocupantes de los vehículos que pasaban por la zona y que el
coche que lo llevó al Hospital era un Opel Corsa blanco.
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