Buenos días, Ceuta.
Ayer, por el jueves, estuve en un bar con un grupo de amigos
tomándonos unas cervezas tranquilamente cuando, de pronto,
un grupo de ancianos gritan exaltados.
Nos interesamos por esa actitud, creyendo que era algo
relacionado con el deporte… je, je. Se trataba de una
noticia informativa de que el Gobierno saca adelante la
llamada Ley de la Mordaza y el grupo era de viejos guardias
civiles retirados de la circulación oficial.
Un texto, que de democrático no tiene absolutamente nada,
que busca censurar, silenciar y amordazar cualquier crítica
y protesta… solo puede ser obra que un partido que sigue
relacionado, de alguna manera, con su nostalgia con el
franquista Fuero de los Españoles ya enterrado.
Realmente eso es una Ley de la represión ciudadana y
solamente lleva el sello del PP ya que tienen al resto de
partidos, con representación parlamentaria, en contra.
El PP ha cercenado, o está a punto de cercenar, todas las
libertades que ha podido, solamente deja vivas las que les
favorecen para seguir con su desastrosa política hacía el
país y que demuestra que ese partido, el PP, tiene un
sentido patrimonial del Estado, entendiéndose que el Estado
es de ellos, que a la Policía la emplea como su brazo armado
para proteger su propiedad, haciéndola funcionar como los
vigilantes de las empresas.
El ministro Fernández Díaz demuestra ser un aventajado
alumno de aquella triste y horrible etapa que no conseguimos
olvidar, porque el mismo Fernández Díaz nos la hace
restregar en las narices cada vez que toma una decisión.
Si se aprueba, cosa segura por eso de la mayoría
parlamentaria, será una ley dictatorial, la más parecida a
aquella del Orden Público de 1959, que conseguirá llenar las
cárceles y clínicas privadas de ciudadanos petrificados.
Sólo de pensar qué les pasaría a esos ancianos que se
manifiestan por las estafas sobre las preferentes u otra
cosa…, no quiero que pase por mi imaginación la escena de un
agente, fuertemente armado y protegido como un pretoriano de
la antigua Roma, asestando golpes en la cabeza de una señora
o señor mayor de 70 años.
Fernández Díaz se toma muy en serio su papel de Arzobispo
del Santuario del Interior. No es mofa ni befa porque cuando
otorgó una medalla, de no me acuerdo de qué aunque creo que
es al valor, a una figura de escayola de la Virgen maña,
supongo…, medio mundo todavía se está riendo.
Para colmo de los colmos, vuelve a aparecer el amigo de
Blair y Bush, sí hombre, el de la ‘gloriosa’ foto en las
Azores, José María Aznar, soltando demasiadas fantasías de
terror como para ser creíble.
Desde que insistió en la existencia de armas de destrucción
masiva, el mismo Aznar tiene esa pretensión: el de
convertirse en una de esas armas de destrucción masiva a
juzgar por sus palabras sobre un grupo político de reciente
creación “Los de la revolución quieren acabar con la
democracia”… ¿No será al revés, señor Aznar?, tu discurso
está demasiado cargado de críticas y advertencias sobre el
peligro de un supuesto populismo que revive la destrucción
de la paz, la libertad y la democracia. ¡Vamos, hombre!
¿Quién destruyó la paz de un país que ni nos afectaba en
nada? ¿Quién impide la libertad de los ciudadanos en
expresar su opinión sobre el derecho de decidir? ¿Quién está
destruyendo la democracia en estos momentos?
José María Aznar, te recomiendo que dejes de meterte en
política, quédate tranquilo con tus numerosos emolumentos,
ya que tu época fue la pionera de la situación en la que se
encuentra el país y no eres querido en muchas partes.
Aprovecha esta dorada y millonaria transición a una vejez
tranquila y quítate esos fantasmas de tu cabeza.
Creo que los del PP, en el Gobierno y fuera de él, están
jugando cartas marcadas para obtener réditos con vistas a
las próximas elecciones condenando de antemano a partidos
que pueden superarle rotundamente con esa Ley de la Mordaza,
porque con que un político contrario, roce a uno de ‘sus’
policías… ya estará en el trullo por atentado a la
autoridad.
En fin, la vida sigue y yo también, pero imitando a aquel
lloroso presidente del Gobierno franquista: “Españoles… el
Fuero de los Españoles… ¡Ha vuelto!”, perdonen Vds.
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