Y casi reducidos a la nada, cuando
se escarba un poco en ellos, es lo que son esos ídolos del
deporte, especialmente del mundo del fútbol, a quienes
idolatran unos, mientras están en activo, en tanto que
otros, incluso en época gloriosa, demuestran a las claras
que son de carne y hueso, eso de momento, y con unos
alcances mentales que nada enseñan a otros alejados del
mundo del balón.
Las vísperas de lo que será el encuentro ese clásico, entre
el equipo grande de la Capital de España y el otro grande de
lo que quiere ser capital, ya veremos de qué, está aportando
problemas de rivalidad, no tanto deportiva, sino de
caciqueo, desde un medio oficial de la Comunidad Autónoma de
Cataluña.
Y de por medio ¿Qué?. En ese sentido, nada, si acaso la
catetez de unos buscando en sus “historias” que pretenden
convertir en Historia.
En el terreno deportivo, más de lo mismo, y los mismos
errores que cometería un joven cualquiera de esa edad la van
cometiendo estos “ídolos menores” que se ponen nerviosos
cuando sus facultades y, por ende, sus salarios corren
peligro de disminuir o de terminarse.
Eso sí, palabras, palabritas, todas las que uno quiera en un
guardameta que siempre estuvo sobre valorado y que ahora
sueña con seguir otros dos años, o los que caigan, incluso
tras la cantada de la pasada semana en un partido
internacional.
Él, me refiero a Casillas, “se ve bien y fuerte para estar
en la próxima Eurocopa de Francia”, me supongo que se verá
bien para asistir como espectador, porque, tras el “sainete”
del Mundial, todo lo que diga serán simples elucubraciones
para seguir en la “nómina” de la Federación.
Y como aquí vale todo, por valer hace que valgan hasta los
pitos que, de vez en cuando, recibe:” El público es soberano
y puede expresarse de la manera que crea”. Eso sí, mientras
tanto, que “suene la bolsa”, un par de años más.
Y si nos vamos al bando contrario, aquí podemos encontrar
“el más difícil todavía”, con Piqué y su derecho a
“manifestarse” en la Diada, por supuesto, y ante unos
policías municipales a los que trató de humillar, cuando
denunciaban a su hermano. Piqué, aquí como en otras partes y
en otros momentos, “ha vuelto a mear fuera del tiesto”, se
ha vuelto a mostrar como el organizador de lo bueno, de lo
malo y hasta de “lo porvenir”. Se olvida de que el único
mérito reconocido, hasta ahora, es que sabe darle al balón
mejor que muchos, pero mucho peor de lo que él piensa de sí
mismo. El incidente del deportista fue el domingo, a altas
horas de la madrugada, frente a una discoteca. Está claro,
se estaba cuidando para seguir en forma.
Él estaría, posiblemente, disfrutando, mientras que la
Guardia Urbana trabajaba, cumplía con su servicio, cuando
Piqué igual que otros, en otras ocasiones, no les
permitieron cumplir con el servicio, tranquilamente. ¿Qué
podría decir Piqué si uno de esos policías urbanos, cuando
él juegue frente al Español entrara al campo y le hiciera
perder un balón cara al gol?. Seguramente todos, él también,
intentaríamos sacrificar al intruso. Así es la vida.
Y como la vida trae lo bueno y lo malo, según para quien y
cuando, ya vemos a Luis Suárez, no al gallego que también
jugó y muy bien en el Barça, sino al del “mordisco”,
dispuesto a demostrar su valía, sin tener que utilizar los
dientes.
El jugador, todavía no se ha estrenado oficialmente con el
Barcelona, empieza a respirar feliz “ya sí puedo decir que
estoy al cien por cien”, dice el jugador, con lo que
nosotros esperamos que esté a tope de juego, de lo otro ...,
con reservas.
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