La UNED abrió ayer el curso académico 2014/2015, y lo hizo
en el Salón de Actos del Campus Universitario, contando con
la presencia del vicerrector de Centros de la UNED, Tomás
Fernández, así como con la presencia de la consejera de
Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, el senador del PP por
Ceuta y profesor asociado de la UNED, José Luis Sastre, el
director provincial del MECD, Cecilio Gómez, y el decano de
la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta, Ramón
Galindo, entre otros.
Después del siempre entonar el ‘Veni Creator’ se procedió a
dar lectura a la memorai del curso académico 2013/2014,
donde se resaltó que se logró la implantación de trece de
las titulaciones de Grado de Espacio Europeo de Educación
Superior, además de lograrse el certificado ‘CertACLES’ de
la Asociación de Centros de Lenguas de Enseñanza Superior,
para los niveles B1 y B2 en Inglés, Francés del Centro
Universitario de Idiomas a Distancia.
Igualmente, también se destacó que se ha seguido con los
diferentes cursos de formación del cuadro de profesores y
tutores y del personal de administración y servicio.
Pero uno de los datos más relevantes ofrecidos durante la
lectura de la memoria fue que el pasado curso finalizaron en
la UNED 793 alumnos, de los que el 55,5% fueron mujeres. En
este sentido 179 estudiantes se matricularon en Derecho, 100
en Psicología y 88 en Educación. Igualmente se destacó que
en el transcurso del periodo lectivo se impartieron un total
de 4.150 tutorías, contando en el 90% de ellas con alumnos,
atendiéndose un total de 9.797 alumnos, lo que supone “el
reflejo de un correcto aprovechamiento de los recursos
disponibles en medios humanos y materiales” de un centro que
cuenta con una plantilla de 93 profesores-tutores y 9 de
personal de administración y servicios.
La memoria concluyó destacándose el esfuerzo del personal
del centro: profesores, tutores, estudiantes y personal de
Administración y Servicios, insistiéndose en que el traslado
a las nuevas instalaciones ha exigido a todos un ejercicio
de abnegación, en unos casos supliendo las deficiencias en
equipos o servicios, en otros improvisando para superar los
retrasos en la disponibilidad de algún equipamiento.
A continuación, fue Fernando Villada quien se subía al atril
para ser el encargado de ofrecer la lección inaugural cuyo
título era ‘Pasado y presente de la arqueología medieval
islámica en Ceuta’.
Durante su intervención, Villada, quien agradeció al Centro
Asociado de la UNED su invitación a participar en el acto de
apertura del nuevo curso académico, logró los dos objetivos
que se había marcado con su exposición, ya que trazó una
semblanza del desarrollo de la investigación arqueológica
sobre el periodo medieval islámico en Ceuta, además de
lograr también compartir con todos los asistentes algunas
reflesiones sobre su situación actual.
El arqueólogo rindió un modesto y sincero homenaje a la
labor de tantos investigadores que con inteligencia y
tenacidad hicieron posible avanzar en el conocimiento de
este periodo de la fértil historia ceutí.
Durante su intervención, Villada dividió su exposición en
tres apartados. En el primero de ellos recordó los inicios
de la investigación sobre las antigüedades islámicas
ceutíes, para a continuación abordar los comienzos de la
investigación arqueológica entendida en un sentido actual,
finalizando su ponencia abordando el notable desarrollo de
esta disciplina en los últimos años.
Una vez concluída la lección inaugural, la universidad dio
paso a la entrega de las insignias profesionales de plata a
los nuevos titulados por la UNED de Ceuta así como diplomas
acreditativos a los alumnos que han superado el curso de
acceso directo a la Universidad para mayores de 25 y de 45
años.
Para finalizar, el vicerrector de Centros de la UNED, Tomás
Fernández García, declaró en nombre de Su Majestad el Rey
Felipe VI, inaugurado el curso 2014/2015.
Por último hay que destacar que la solemne apertura de curso
también contó con la participación de la Asociación Coral de
Ceuta Andrés del Río Abaurrea, que interpretó los cánticos
Veni Creator y Gaudeamus Igitur, al comienzo y final de la
ceremonia, respectivamente, así como el himno de la ciudad.
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