Si repasamos nuestra historia
vemos que por idiosincrasia somos tendentes a repetir una y
otra vez los errores del pasado y por mucho que nos
modernicemos al final siempre es mas de lo mismo.
La corrupción rampante que hoy mantiene postrada a la nación
y que es producto de la propia condición humana de aquellos
que fundamentan sus actos vitales en el engaño y la estafa,
ya quedó perfectamente reseñada en el “Lazarillo de Tormes”
ese anónimo del siglo XVI que tan magistralmente da muestra
como la “pilleria”, el ingenio humano puesto al servicio de
la mentira y el latrocionio, ya aparecia implicito en la
forma de proceder de una buena parte de los que por aquellos
entonces eran súbditos de la todopoderosa monarquía
hispánica, ya fueran pobres o adinerados. Por desgracia y en
este sentido poco o nada diferencia a los españoles de hoy
de aquellos pillos de entonces, politicos de medio pelo,
banqueros, sindicalistas o empresarios dan buena muestra de
ello.
En este pais es difícil que las cosas cambien de manera
sustancial, como mucho solo en apariencia, los nombres del
pasado siguen resonando en el presente y se preparan para
perpetuarse en el futuro, basta con echar un vistazo a las
grandes fortunas del pais para darse cuenta de lo que digo,
sagas imperecederas, que vienen mangoneando nuestros exiguos
recursos desde generaciones, bien a través de la política o
la banca o bien desde el mundo empresarial y si algun
apellido de abolengo en este tinglado nos falta, es porque
ha vendido su parte al capital extranjero para vivir
comodamente de las rentas o simplemente se los han comido de
un bocado sus voraces compañeros de viaje.
Y mientras tanto que hacen los ciudadanos de a pie, esos tan
acostumbrados a que los esquilmen, pues absolutamente nada,
como mucho a quejarse de vez en cuando en caso de que les
hayan tocado el bolsillo, pasando olímpicamente si a quien
le ha tocado la china es al vecino, durándole la queja como
mucho hasta el siguiente partido de liga o hasta la
siguiente edición del gran hermano.
La cuestión es que después salen algunos iluminados
vendiendo lo que no es suyo y ofreciendo soluciones que
perfectamente saben que no van a poder cumplir, otra forma
de pilleria mas, claro está, pero que en primera instancia a
mas de uno con infulas de polítologo le da unos resultados
para sus intereses especialmente productivos.
Unos predican sobre terreno esquilmado y otros prometen con
la boca pequeña a ver si una vez mas los incautos y los
“masocas” pican, pues lo fácil es prometer como lo hizo el
partido que nos gobierna, ya sea a nivel nacional como a
nivel local, para luego nada de nada, solo basta con
observar lo que llevan en su programa y luego comprobar lo
que de este ejecutan, nada que ver con lo que prometieron.
Ahora para el próximo año, de nuevo elecciones, es una buena
época para que el partido que tiene el poder, de buen uso
electoralista del dinero de todos y se decida a poner en
marcha proyectos que tienen en cartera desde el comienzo de
la legislatura.
Y asi y una vez mas, el ciudadano después de votar a casa y
hasta los próximos cuatro años. Espero en esta ocasión
equivocarme y ver como la gente de una vez por todas sabe
buscar aquellas alternativas que pongan algun tipo de coto a
este erial de manipulación, mentira y pilleria en el que
algunos han convertido nuestro dia a dia, siendo así capaces
de fiscalizar hasta el último euro de nuestros impuestos.
* Los Verdes
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