Siham Amar es una ceutí que ahora vive en Sevilla pero
que ha hecho de la interculturalidad con la que ha crecido
en su ciudad natal su forma de vida. Esta caballa es la
responsable de ‘Raíces y Destino’ un proyecto que busca la
interacción de diferentes grupos étnicos y la creación de
una sociedad intercultural en la que se involucren todos. La
iniciativa, según ha contado Siham a EL PUEBLO, nace a raíz
de su trabajo en la Fundación Cepaim Sevilla para la
integración. Desde ahí, esta ceutí pudo observar que los
inmigrantes se relacionan en clanes, ni con extranjeros de
otras nacionalidades o culturas ni con españoles. Una
situación que ahora, con Raíces y Destino, trabaja para
cambiar y, en su lugar, conseguir una sociedad más rica y
plural.
Pregunta.- ¿Cómo nace ‘Raíces y Destino’?
Respuesta.- Raíces y Destino nace de mis inquietudes
personales, sobre la ausencia de interacción entre los
diferentes grupos étnicos de la capital andaluza. A
diferencia de la convivencia de la cual gozamos en Ceuta y a
la cual estoy acostumbrada, cuando llegué a Sevilla (hace ya
más de tres años) pude observar que los diferentes grupos no
se relacionaban entre si. Actuaban como hermandades, mas no
existía una interrelación entre los diferentes grupos y yo
no paraba de cuestionarme por qué no se molestan en
conocerse y si es que no son conscientes de que están
desaprovechando las grandes riquezas que aporta la
diversidad cultural, pues pude apreciar que ni siquiera se
relacionaban entre lo que consideramos el mismo colectivo
“personas inmigrantes” y mucho menos con la población
autóctona.
P.- ¿Por qué cree que se da esta situación?
R.-Me llamó mucho la atención el poco interés por conocerse
desde ambas partes, y la única respuesta que encontré de por
qué existía esta gran carencia era porque es más fácil o
cómodo relacionarse con personas que comparten tus gustos,
tu cultura, tus ideales, tus creencias y un largo etcétera…
pero al precio de perder la riqueza cultural que fluye en la
ciudad. Para mí ni es, ni era lógico, por lo que entendí que
hacía falta un cambio. Fue entonces cuando comencé a diseñar
Raíces y Destino que, por supuesto, también nace gracias a
mi experiencia profesional en la Fundación Cepaim Sevilla,
entidad dirigida a la acción integral de personas
inmigrantes. Desde ella pude afianzar mis inquietudes y
observar de primera mano las necesidades que sufre la
sociedad. Sin esta experiencia, no hubiera podido crear este
proyecto pues, gracias a ella, pude preguntarles a ambas
partes cual era el problema, ya que la entidad está situada
en la barriada sevillana del Cerro del Águila. Un barrio en
el que reside mucha población inmigrante por la baja renta,
pero también mucha población autóctona de Sevilla, puesto
que es una barriada muy tradicional en la ciudad.
P.- ¿A qué colectivos va dirigido y cuáles son sus metas?
R.- Este proyecto va dirigido al colectivo inmigrante y a
sus hijos, pero también a las personas autóctonas y a sus
hijos, es decir, Raíces y Destino es para todos, ya que
tenemos como objetivo sentar las bases de una sociedad
intercultural y, para que esta exista, debemos crearla todos
juntos.
P.- Entre sus objetivos está favorecer una sociedad
intercultural, ¿puede haber una convivencia real o hasta
ahora sólo se da la coexistencia cordial?
R.-Claro que puede haber una convivencia real basada en una
sociedad intercultural en la que quepamos todos y no
predominemos ninguno, en la que nos beneficiemos unos de
otros y aprendamos mutuamente. Si no estuviera convencida de
que esto es posible, no hubiera intentado desarrollar este
proyecto. Generalmente hasta ahora sólo se ha podido hablar
de coexistencia cordial, porque pocas veces nos interesamos
por la cultura ajena a causa de que vivimos en el error de
que lo nuestro es lo mejor y no nos interesa nada más, a no
ser que sea necesario por algún interés. Por ello nos
limitamos a vivir sin molestarnos, cuando lo que debemos
hacer es aprender a beneficiarnos de la diversidad cultural.
No siempre se da, pero al menos en nuestra ciudad se puede
apreciar cómo nos interesamos por la cultura de nuestros
vecinos, como intentamos aprender de ello e
interrelacionamos diariamente. Gracias a muchos años de
coexistencia cordial, los de mi generación hemos podido
disfrutar de una convivencia real, y no es nada fácil en una
ciudad transfronteriza y tan pequeña como Ceuta. Pero
actualmente es difícil encontrar al que no tiene un amigo
íntimo de otra cultura, y el que aún no lo tiene no sabe lo
que se esta perdiendo… y es casi un pecado viviendo en
Ceuta.
P.-Durante este verano han estado en Ceuta dando a
conocer ‘Raíces y Destino’, ¿qué han encontrado en la
ciudad? ¿Cómo ha sido la acogida?
R.-Personalmente me hacía mucha ilusión llevar Raíces y
Destino a mi tierra, y afortunadamente me encontré con todas
las puertas abiertas pues, tanto las entidades dirigidas al
colectivo inmigrante, como las entidades públicas en
general, los medios de comunicación, y lo más importante los
ciudadanos, desde el primer momento nos apoyaron, animaron a
seguir adelante con nuestro proyecto y eso para nosotros eso
ha sido esencial. En la ciudad me he encontrado nuevos
recursos como la Biblioteca Municipal de la cual hemos
podido disfrutar, grandes profesionales de entidades
públicas dirigidas al colectivo de personas inmigrantes
predispuestos a orientarnos y apoyarnos, entidades de otros
colectivos que también se han interesado por nuestro
proyecto y nos han ayudado y, como siempre, el calor que
caracteriza a los caballas. Por ello, tenemos claro que
queremos mantener este lazo con la ciudad, realizando
actuaciones puntuales siempre que nos sea posible.
P.-Cuando se habla de Ceuta se habla de la convivencia de
cuatro culturas ¿cómo ve esa convivencia? ¿cuáles son sus
puntos fuertes? ¿y sus retos?
R.-Con sus más y con sus menos, como es normal, veo que la
convivencia de cuatro culturas es real y es de lo que más me
enorgullezco de mi ciudad. La riqueza cultural rebosa en
Ceuta, y esto nos hace grandes, pues crecer entre cuatro
culturas es toda una fortuna al alcance de muy pocos. Sus
puntos fuertes son la gran interrelación y el
enriquecimiento mutuo. Después de tantos años, creo que no
es que nos veamos como hermanos, si no que lo somos. He
crecido con compañeros cristianos, hindúes, judíos y
musulmanes y su creencia ha sido lo menos relevante en
nuestras relaciones. El poder relacionarme con personas de
diferentes culturas me ha enriquecido incondicionalmente
como ser humano, pero nuestro mayor reto es el miedo, muchas
veces se teme que al relacionarse con personas de diferentes
culturas vayamos a cambiar o, mejor dicho, vayamos a dejar
de ser nosotros, cuando en realidad es todo lo contrario.
Cuanto más conocemos a otros más nos conocemos a nosotros
mismos. Y por otro lado, la tolerancia también es un reto,
debemos ser más tolerantes para vivir como verdaderos
hermanos.
P.- En la península, ¿cómo es la convivencia entre
distintas culturas?
R.-No puedo opinar a nivel nacional, pero sí de las zonas en
las que he convivido, por ejemplo Cádiz y Málaga. Allí la
relación entre diferentes culturas es mucho más cercana que
en Sevilla, aquí se relacionan en clanes (marroquíes con
marroquíes, nigerianos con nigerianos, latinoamericanos con
latinoamericanos etc.) pero en contadas ocasiones se
relacionan entre personas de diferentes culturas y tampoco
con la población sevillana. Y fuera de Andalucía, desconozco
la situación, aunque si me advierten mis compañeros que es
casi inexistente, aunque sorprendentemente muchas personas
inmigrantes me han afirmado que en el norte de la península
se han sentido muy bien acogidos.
P.- ¿Hay barreras para la integración real? ¿Cómo se
pueden derribar?
R.-Aún quedan muchas barreras por destruir, y están en cada
uno de nosotros, como es el caso de los prejuicios, el
racismo, o que predominen nuestras diferencias ante nuestras
grandes semejanzas. En algunos casos la división de
ciudadanos de segunda y desafortunadamente un largo etc. La
solución es muy fácil: conocernos. Estoy segura de que si
nos tomamos la molestia de conocer a los demás, a los que
consideramos tan diferentes y nos dejamos conocer, nos
daremos cuenta de que son muy pocas nuestras diferencias y
que estas nos nutren, y no perjudican, pues que absurdo
sería un mundo de iguales.
P.-Ceuta, ¿es un modelo a exportar?
R.-Para mí sí, es todo un ejemplo a seguir. Como he
mencionado anteriormente, me inspire en ella para diseñar el
proyecto y, bajo mi humilde opinión, si se extendiera el
modelo multicultural que existe en la ciudad, pronto se
conseguiría una sociedad intercultural y se apreciarían
grandes beneficios..
P.-El proyecto se enmarca dentro de Think Big Jóvenes,
¿cómo es esta experiencia?
R.-Para nosotros está siendo una experiencia enriquecedora
de la que estamos disfrutando al máximo, nos sentimos muy
afortunados de poder ser parte de este gran proyecto de
emprendimiento juvenil en el que nos están dando las
herramientas necesarias para cumplir nuestro sueño. Desde el
primer momento estamos aprendiendo mucho y aunque tenemos
apoyos puntuales y a veces es difícil gestionar y/o
coordinar un proyecto social, nos encanta poder llevar el
proyecto nosotros mismos, y esto hace que nuestra autonomía
y autodeterminación crezca a pasos agigantados. Desde aquí
animamos, como hemos hecho a lo largo del verano, a que
todos los jóvenes con inquietudes se animen a mejorar
nuestra sociedad a través de este maravilloso proyecto. Para
más información pueden acceder al portal
www.thinkbigjóvenes.fundaciontelefonica.com o búscarnos en
nuestras redes sociales y les ayudaremos en todo lo que nos
sea posible.
P.- ¿Cómo pueden apoyaros los ciudadanos?
R.- Pueden votar nuestro proyecto Raíces y Destino en la
página de Think Big Jóvenes. Así estarán haciendo posible
que este proyecto siga adelante. Además, también los
animamos a que nos sigan en las redes sociales como Facebook:
Raíces y Destino o Twitter: @RaicesYDestino para que sean
parte de nuestra gran familia.
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