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                     Puede considerarse, y de hecho lo 
					es, en muchos momentos, un servicio extra, por parte de la 
					banca, servicio extra que ha llevado, al correr de los 
					tiempos, a reducir horarios y, posiblemente, a reducir 
					puestos de trabajo, pero eso es cuestión de la banca y de 
					los que la conforman, con lo que los clientes, como con 
					cualquier otro servicio, no tenemos más que aceptar lo que 
					hay y si no:” agua”. 
					 
					Ese servicio de los cajeros, servicio del que cada vez se 
					hace más uso, resulta menos servicio cuando más falta hace, 
					y es que, en los fines de semana, especialmente si son 
					largos, como el pasado y éste, el sábado por la tarde y, no 
					digamos, el domingo, nos quedamos o se quedan los que van a 
					utilizarlo, en multitud de ocasiones, sin poder realizar la 
					operación de sacar dinero, algo que necesitan, en esos 
					momentos. 
					 
					Ayer sábado, antes de la una del mediodía, presencié un 
					verdadero “espectáculo” que parecía de ciencia ficción, en 
					torno al cajero de una entidad bancaria del mismo centro de 
					la ciudad. 
					 
					Y el problema a aquellos clientes se lo estaba dando la 
					entidad que más cajeros tiene a la misma puerta del mismo, 
					pero había fallado uno de ellos y se había formado una cola 
					ante el cajero como si, en vez de acercarse a una entidad 
					bancaria, se estuvieran acercando al INEM, pongamos por 
					caso. 
					 
					Situaciones de este tipo estamos hartos de comprobarla en 
					Ceuta, en Madrid o en mi pueblo, en esos largos fines de 
					semana o en vísperas de unas fiestas importantes. 
					 
					En Ceuta, además, se da la circunstancia de que este 
					problema aparece cuando, desde el país vecino, vienen más 
					personas que de ordinario. 
					 
					¿Qué se puede hacer para solucionar estas situaciones en un 
					servicio?.Naturalmente, los expertos y los que conocen el 
					funcionamiento de ese servicio son los del propio banco y 
					ellos saben o deben saber lo que pueden, deben y tienen que 
					hacer con sus servicios, faltaría más, pero a cualquiera se 
					le puede ocurrir que, en ese fin de semana largo, en esas 
					vísperas de unas fiestas importantes y en días en los que 
					está previsto que haya más usuarios que de ordinario, ya 
					podrían tener una atención especial, ver, de vez en cuando, 
					si hay problemas y no dejar que el servicio quede a medias. 
					 
					Y es que es distinto que “Pepe Pérez” vaya a coger 50€ para 
					algún gastillo de esos días, a que alguien venido a Ceuta, 
					pongamos por caso, desde Valdevimbres se encuentre con que 
					no puede hacer uso del cajero de su confianza, porque en él 
					se ha agotado el dinero, digámoslo así. 
					 
					Un problemilla en un caso, para una mayoría, es cierto, pero 
					un gran problema con posibles perjuicios de calado para 
					quienes se fían y confían en estos servicios de hoy, que 
					solucionan situaciones importantes, pero que, a veces, dejan 
					a uno “en la estacada”, y más de uno ha tenido esa 
					desagradable experiencia, en alguna ocasión. 
					 
					A estas horas, no tengo ni la más remota idea de si, en 
					algún momento, alguien ha hecho algún tipo de reclamación, 
					posiblemente no, porque desconozco si es obligatorio ese 
					tipo de servicios, pero lo que sí sé, porque lo he visto y 
					oí sus palabras es que más de un cliente, dejémoslo en 
					cualquier entidad bancaria, al encontrarse con esa 
					circunstancia “ha jurado en arameo”, contra la entidad, el 
					servicio y todo lo que lo rodea. Ayer también. 
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