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                     Parece que el Gobierno de la 
					Ciudad lo tenía claro desde un principio y pese a verse 
					obligado a arrebatar el contrato de adjudicación a la 
					empresa burgalesa, Arasti Barca, tras los numerosos informes 
					por incumplimiento de contrato y las continuas denuncias 
					realizadas desde las centrales sindicales, finalmente y tras 
					un nuevo proceso de licitación, ha decidido, gracias a un 
					informe favorable de un técnico de la Ciudad, elevar al 
					Órgano de Contratación la adjudicación de la gestión del 
					servicio de la Escuela Infantil ‘La Pecera’ a Arasti Barca. 
					 
					La Ciudad ha obviado por tanto todos los informes negativos 
					y denuncias que se produjeron en la anterior adjudicación y 
					la baja temeraria con la que, nuevamente, Arasti Barca se ha 
					llevado el “gato al agua”. Siempre y cuando no se estime el 
					recurso presentado por la UTE que presentó la mejor oferta 
					después de la ofrecida por la empresa burgalesa.  
					 
					Para nada han servido las continuas manifestaciones 
					realizadas por los diferentes partidos de la oposición y de 
					las centrales sindicales en contra de volver a adjudicar la 
					gestión de ‘La Pecera’ a Arasti Barca, ya que la Ciudad ha 
					fallado en favor de la empresa burgalesa. Tampoco tiene 
					explicación que después de todo el revuelo que se ha 
					generado con la licitación del contrato de ‘La Pecera’, le 
					encarguen el informe técnico al director de la Guardería de 
					Juan Carlos I, que bastante tiene con intentar solventar los 
					problemas que tiene este centro recientemente denunciado a 
					Inspección de Trabajo por CSI-F y CCOO. 
					 
					Pero todo parece apuntar a que la historia no acabará aquí, 
					ya que la actuaciones de Arasti Barca en Ceuta están dejando 
					mucho que desear, y no sólo en lo referente a ‘La Pecera’, 
					sino también al servicio de piscina de la Ciudad, el cual 
					sigue ofreciendo pese a que hace más de dos meses que expiró 
					el contrato. Este tipo de comportamientos son los que 
					provocan que en la calle exista un halo de sospecha sobre 
					este Gobierno.  
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