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El mensaje trasladado por el nuevo
Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, José
Luis Gómez Salinero, denota que el mando se ha informado
bien de su destino y que, además, tiene claras las ideas
De carácter duro y disciplinado, Gómez Salinero hizo un
discurso claro y reflexivo sobre uno de los mayores
problemas que tiene la ciudad, la inmigración, fenómeno que
tantos dolores de cabeza ha dado a la Benemérita, sobre todo
desde la triste fecha del pasado seis de febrero, que este
viernes ha sido recordada tanto por el delegado del Gobierno
como por el propio Gómez Salinero.
El mando de la Guardia Civil tiene claro cuales son la
funciones que tienen encomendad y que ejercer los hombres a
su cargo y es algo que en su discurso de presentación en la
plaza dejó claro, aunque matizó que juntos pero no
revueltos.
Para que se entienda esta última expresión, el Coronel Jefe
apeló a la colaboración de todas las instituciones y a todos
los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que viene
a demostrar que mantiene un posicionamiento inteligente y
necesario para luchar, no solo con la inmigración ilegal,
sino contra todas las acciones ilícitas que ocurren en una
ciudad con unas peculiaridades que la hace distinta a
cualquier otra.
Nadie puede poner en duda la capacidad de trabajo y la
calidad del mismo con la que cuenta la Guardia Civil, a la
que hay que reconocer, si hablamos de inmigración, que si se
pusiesen en la balanza todas sus actuaciones, el resultado
sería más que favorable para el Instituto Armado. Cuántas
vidas han salvado los hombre y mujeres de la Benemérita en
ese mar de los sueños en el que se ha convertido el Estrecho
de Gibraltar. Gómez Salinero, este viernes, dejó a todos un
mensaje muy claro.
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OPINIÓN / EDITORIAL
