Aunque en el editorial de la
edición de ayer se criticaba lo absurdo de estar hasta el
filo de la medianoche discutiendo propuestas, mociones,
algunas de ellas rozando el límite de lo ilógico y de lo
incongruente, e interpelaciones, se ha de reconocer que hubo
una, al menos, que tiene su importancia y que se hace más
que necesaria. Es de esas propuestas que los ciudadanos
esperan de sus políticos. La presentada por Caballas, bajo
la idea lanzada a las redes por su militante, Gabriel
Castillo, para instar al Ingesa a que ponga un servicio de
radioterapia en el Hospital Universitario no deja de ser una
gran petición.
Da igual de donde venga o quién la haya hecho, pero lo
importante es que se discutan en las sesiones plenarias
asuntos que de verdad interesen y sean beneficiosos para la
ciudadanía, aunque con ello no hay que entender que otras
que se discuten tampoco sean necesarias y beneficiosas para
la ciudad y sus vecinos, a la vez votantes en las
elecciones.
Pero en este caso, el asunto es distinto, y lo es, por
varios motivos. Primero, de aplicarse sesiones de
radioterapia en Ceuta, el enfermo de una dolencia tan grave
como el cáncer no tendría que sufrir las consecuencias
derivadas de tener que trasladarse hasta la península para
recibirla. Segundo, supondría un ahorro importante para las
arcas del Ingesa. Tercero, mejora la calidad de vida del
paciente y cuarto, el Hospital de Ceuta se beneficiaría de
tener un servicio tan útil como necesario y que hoy en día
disfruta un hospital comarcal como es el de Algeciras, que
no es un centro sanitario de referencia. Ceuta es una Ciudad
Autónoma. Y lo es para lo bueno y para lo malo, por lo que
es aconsejable que su clase política, en asuntos como la
salud y otros de importancia, comience a espabilar y a
discutir en los plenos propuestas, que al menos, tengan
sentido común.
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