Dejar el Brull como zona residencial y renunciar al uso
comercial de parte de la parcela es para Caballas la pérdida
de una oportunidad y así se lo hizo saber ayer Juan Luis
Aróstegui al Gobierno en el pleno. El diputado le recriminó
al Ejecutivo que se cargara “en cinco minutos” el Plan
Estratégico que firmaron todos los grupos para fomentar la
actividad comercial en la ciudad y que contemplaba esta zona
como foco empresarial. Sin embargo, la consejera de Fomento,
Susana Román, justificó este cambio con que los empresarios
no quieren esa zona y aseguró que eso no ha impedido que
vengan atraídos por el público marroquí, pero a otras zonas
de la ciudad.
Pero para Aróstegui “los barracones de la Autoridad
Portuaria” no son una apuesta real para realizar una
estructura comercial con proyección futura. Ante lo que
Román alegó que los empresarios son los que deciden en qué
lugar se quieren instalar y que la Ciudad no puede influir
en ello.
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