Tanto para gobernar, como para
actuar desde la oposición y no creo que sea el PP, o en
otros casos el PSOE, los más legitimados para criticar o
tachar de demagógica la forma de actuar desde la oposición.
Y es que el PP sabe mucho de lo que es estar en la
oposición, desde que se llamaba AP, cuando, también, dentro
de que no tenía demasiados representantes en el Congreso de
los Diputados, zurraron, y muy duramente, todo lo que hacían
los gobiernos de Adolfo Suárez o de Calvo Sotelo.
Luego, con el PSOE en el poder, hubo momentos en los que no
tenían ni fuerza, ni clase, para saber atacar en dirección a
los gobiernos de Felipe González, especialmente, cuando se
empezaron a descubrir los primeros síntomas de eso de “meter
la mano”, en las “bolsas” que no eran propias.
Si es cierto que el PP con Aznar supo estar a la altura de
lo que es la oposición y supo, también, zurrarle, en su
justa medida, al propio Felipe González, cuando éste, por
haber perdido, había perdido la fuerza del “azote” de todos
los demás, me refiero a Alfonso Guerra.
Ahí, en esos instantes, sí estuvo a la altura el PP, ahí si
daba la talla, aunque por aquello de que todo estaba,
también, “atado y bien atado”, no fueron capaces de ganar
las elecciones de 1993, en el momento de más debilidad del
Gobierno de Felipe González.
Y luego, cuando se veía que el que fue el último Gobierno de
Felipe González, estaba, prácticamente, liquidado, Aznar,
casi exclusivamente él, atacó ferozmente, las 24 horas del
día y todos los días de la semana, con aquel eslogan tan
repetido de “váyase señor González”.
Supo hacerlo y lo hizo el PP entonces, con sus armas, con
las que podía utilizar, y ante la debilidad del PSOE de
aquellos momentos, y el que lo hiciera, como lo hizo, no
debe dar pie a nadie para que pudiera tachar a aquel PP, con
los primeros pesos-pesados, en el frente, digo que no debía
dar pie a nadie para tachar aquello como “demagógico”,
“irresponsable” o algo parecido.
En aquella época, si no hemos perdido la memoria, Felipe
González ya llevaba casi una docena de años en el poder,
naturalmente, se había ido gastando y desgastando mucho, ya
estaba demasiado vista su cara, a todos los niveles, como lo
está más que vista ahora, en Ceuta, la cara de Juan Vivas,
tras tantos años en el sillón principal de Ceuta, pero lo
que no acabo de entender es a qué viene eso de “en el
próximo pleno la oposición volverá a presentar la carta a
los Reyes Magos de manera irresponsable”.
No me cuadra eso de “irresponsable”, puedo estar de acuerdo
con algunos de la oposición o puedo no estar de acuerdo, de
hecho con varios no estaré de acuerdo nunca, pero todos los
que están en la oposición lo están tras haber logrado su
acta o su escaño, pasando por unas elecciones, por lo que sí
me parece irresponsable que haya ciertas personas que han
llegado por el camino del “dedo” y que sean ellos mismos los
que tilden de demagógicos o de irresponsables a los que
tienen el respaldo de una serie de votantes.
Y le diría lo mismo a cualquiera que ocupa el poder
habiéndolo logrado con el respaldo de unas urnas. Las urnas
suelen ponerle a cada uno en su sitio y, más tarde, sus
acciones son las que le apoyarán para el futuro o le irán
marcando los terrenos, al alza o a la baja, para seguir en
el poder o para ir buscando la ruta de la oposición.
Saber ganar es fácil, el que lo sabe, saber empatar no lo
aceptan todos y saber encajar las críticas no es en el PP
donde mejor se encajan, salvando las correspondientes
excepciones. A las pruebas me remito.
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