El incendio de un vehículo en el interior de los garajes del
edificio del número 23 de la Avenida de los Reyes Católicos
alarmó a todos los vecinos del mismo.
El siniestro se produjo sobre las dos y media de la
madrugada, momento en el que la central de Bomberos se
recibiese una llamada alertando de que se estaba registrando
un incendio en los garajes.
Los responsables de guardia del Servicio de Extinción de
Incendios y Salvamento de Ceuta desplazaron hasta el lugar a
dos camiones cisternas, uno de gran capacidad y otro más
pequeños, así como dos vehículos pequeños de apoyo.
Al llegar hasta la citada avenida, los Bomberos se
apercibieron de que salía una gran humareda de los garajes,
disponiendo todo lo necesario para poder actuar y comenzar
así las labores para la extinción de las llamas y evitar que
las mismas se propagasen y terminase afectando a las
viviendas, hecho que no se produjo.
Casi una docena de Bomberos conformaban la dotación que se
desplazó, que tras tener todo el material dispuesto se
adentraron en el garaje para apagar las llamas, hecho que se
produjo con bastante rapidez, aunque eso no evitó que éstas
causaran importantes daños al vehículo siniestrado, según
los testimonios recogidos por este periódico en el lugar de
los hechos, sino que también afectó a las placas del techo
de los garajes y sobre todo a las tuberías de conducción de
agua ubicadas en el mismo.
Los bomberos actuantes tuvieron que usar máscaras y bombonas
de oxígeno para poder acceder hasta el lugar del incendio,
sobre todo debido a la cantidad de humo que salía, producto
de la combustión de los materiales alcanzados por las llamas
y que se había acumulado en el interior de los garajes.
Algunos vecinos, al producirse el siniestro, decidieron
salir de sus viviendas y presenciaron los trabajos de los
bomberos desde la acera del edificio.
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