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Para los musulmanes, el de ayer,
este domingo pasado, fue un día grande, ya que celebran la
festividad de la Pascua del Sacrificio. Los rezos a primera
hora de la mañana dio paso a una jornada en la que en la
ciudad se sacrificaron una cifra cercana a los cuatro mil
quinientos borregos. No queda por más que felicitar, como no
podría ser de otra manera, a esta comunidad en los días de
su fiesta.
Pero de toda la jornada, lo que más llama poderosamente la
atención es el mensaje de paz defendido por el imán
encargado de conducir el rezo colectivo en la gran explanada
de Loma Margarita, así como las declaraciones realizadas,
una vez concluido el acto, por el presidente de la Unión de
Comunidades Islámicas de Ceuta, Laarbi Mateeis. El
dirigente, aprovechando una pregunta formulada por un
periodista que cubría el acto religioso, lanzó un mensaje
que se antoja bastante idóneo y bueno en estos tiempos que
corren.
A nadie se le escapa, puesto que ha sido publicado por todos
los medios de comunicación, que España, y por ende Ceuta,
está en el nivel alto de alerta dos ante el peligro de un
atentado terrorista, habría que estar en el nivel alto de
altera uno para que se tratase de una amenaza inminente, por
parte del yihadismo, sobre todo por esos combatientes que
una vez marcharon a zonas de conflicto y que a su regreso
podrían venir con una misión encomendada.
Pues el mensaje de Mateeis fue claro y contundente y sus
palabras vinieron a traer tranquilidad, sobre todo cuando
una autoridad como es él, aseguró que en Ceuta no ha foco,
ni nichos ni se propaga el radicalismo ni el yihadismo desde
mezquita alguna ni por parte de los imanes. Palabras, que
dichas en un día tan señalado para los musulmanes,
transmiten paz.
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OPINIÓN / EDITORIAL
