La consejera de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed, dejará de
manejar al personal de la oficina que está encargado de
facilitar los trámites para alcanzar las ayudas que para las
personas con más necesidades ofrece la consejería de la que
es responsable y que en muchas ocasiones ha provocado que el
Gobierno de Juan Vivas recibiese muchas críticas por ello.
También es bastante probable que la consejera pierda el
control de todo lo relativo al asunto de las gestiones de
las viviendas sociales.
De este acuerdo se hablará hoy en la reunión semanal del
Consejo del Gobierno y con toda probabilidad la decisión
será comunicada por el portavoz, Emilio Carreira.
La persona que se va hacer cargo del personal y de la
oficina que gestiona todos los asuntos de ayudas será el
director general de Recursos Humanos, Juan Manuel de la
Torre, una persona de la total confianza del consejero de
Hacienda y portavoz del Gobierno, así como del Ejecutivo.
Esta es la persona que habitualmente preside la Mesa de
Negociación con los sindicatos y el encargado de gestionar
todo el personal que trabaja para la Ciudad.
Según fuentes consultadas por este periódico, se trata de
una persona trabajadora y que tiene una gran experiencia y
buen talante a la hora de negociar.
Esta es una medida que se antoja puede ser conveniente para
el Gobierno cuando se está a pocos meses para se celebren
las elecciones.
El Gobierno, es entendible, no está dispuesto a que una de
sus banderas, el aspecto social, se vea totalmente afectado,
después de que se está trabajando duro y es claro que es un
asunto que siempre se destaca en todo tipo de comparecencias
de cualquier miembro del Ejecutivo.
Es lógico que los dirigentes hayan tomado esta decisión,
máxime cuando han sido muchos los partidos y los colectivos
que han protestado por las largas colas que tienen que
aguantar los ciudadanos.
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