Y razones hay para que lo esté,
cuando, todavía, hay parte del calor en eso que vulgarmente
se llama el “veranillo de San Miguel”.
Claro que San Miguel ya pasó, el otoño va entrando, poco a
poco, y los problemas, lo digo en plural, se van
acrecentando y crecerán más, si es que ese “rincón” del
noreste de la Península sigue sin hacer caso a las leyes,
con lo que tendrán que llegar a ser obligados a cumplir la
ley, por las buenas o por las malas, o si fuera preciso, por
la fuerza.
Y que nadie me venga ahora con juegos de palabras, con giros
de doble o de triple sentido, con palabras huecas de
“democracia”, cuando no están cumpliendo la ley, base de
toda democracia.
La ley por encima de todo y si no, también. Eso que a nadie
se le olvide y que ya se lo habrían tenido que decir, muy en
serio, al iluminado ese de Mas y a sus secuaces, si es que
siguen empecinados en hacer de su capa un sayo, de cumplir
su santa voluntad, por caminos tortuosos, o por donde a
ellos les vaya dando la gana.
No me cabe la menor duda de que octubre va a estar muy
movido y que va a pasar a la historia como el octubre más
caliente de toda nuestra historia, en nuestra sociedad. ¡¡Ojalá
que sea así!!, y con los resultados esperados o deseados por
la mayor parte de españoles, desde Algeciras a Olot, desde
Almería a Jaca y desde el cabo de Gata hasta Finisterre.
No sé si Rajoy está pudiendo dormir bien, o si tendrá que
hacer uso de algo parecido a las “valerianas”, para seguir,
al otro día, en condiciones de tomar el pulso, además de a
Cataluña, a todo lo demás que se le está juntando, porque si
bien es cierto que el problema de Cataluña está, hoy por
hoy, en la cresta de la ola, el hecho de que todos los demás
hayan comenzado o estén comenzando las campañas electorales,
le tienen que estar dando más de un dolor de cabeza.
Y es que romper España, aunque sea por Cataluña, es muy
duro, pero ver que se pueden romper muchas de sus mayorías
absolutas, tampoco es moco de pavo, y eso sí se va a dar, no
sé si en Ceuta, no sé si en mi pueblo, pero sí en muchos de
los pueblos, en los que, a base de ciertos caciques, habían
logrado una victoria y con el correr del tiempo esos
caciques o se han ido marchando, muchos de ellos ya “al
huerto de los olivos”, o al no llegarles “lo suyo” prefieren
apartarse de la política, incluso municipal.
Ceuta, aunque a ritmo de caracol, también empieza a dar sus
pasos, es cierto que muy lentamente, porque quien más, quien
menos, se da cuenta de que el PP, aunque colocara
encabezando su lista a “la cabra Robustiana” volvería a
ganar, y más segura tendrá la victoria si se vuelve a
presentar Juan Vivas que, incluso estando ya muy quemado,
sigue teniendo más tirón que cualquiera de los otros. Eso,
de momento, en mayo ya veremos.
La mayoría absoluta del PP va a andar justa, pero habrá otra
mayoría absoluta más, con lo que si PSOE, UPyD, Ciudadanos,
PDSC y demás no se apresuran a hacer los deberes, volverán a
ser oposición, con voz, con voto, pero sus propuestas serán
menos atendidas de lo que son las peticiones de un pobre en
un pajar.
Intencionadamente, no he citado a Caballas y no lo cité
porque, cada día, me parece más el sucedáneo del “rumbo a lo
desconocido”. También, en el calor del otoño que acaba de
comenzar.
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