El Sr. Mas con la decisión de
convocar la consulta, usurpa a los ciudadanos de Ceuta sus
derechos constitucionales inherentes en la soberanía
nacional. Ahora bien, Cataluña, cuando en España hemos
tenido libertad y democracia, siempre ha contado con el
aliento, apoyo y respeto a sus peculiaridades diferenciales.
El Sr. Mas ha podido tomar esta decisión gracias a la
democracia y a la Constitución, pero como acertadamente ha
manifestado la Vicepresidenta del Gobierno: “Nadie está por
encima de la ley ni de la democracia. Ningún Gobierno puede
transigir con lo que compete al conjunto de los españoles.”
Resultan contradictorias las manifestaciones que expresó
Artur Mas en sus declaraciones posteriores a la firma,
cuando hace referencia al diálogo, el respeto a los marcos
legales y apostar por la democracia con más democracia.
Son ya muchos meses en los que se está apostando con
democracia y más democracia. El Sr. Rubalcaba puso encima de
la mesa la salida Federal. Quien le ha sucedido al frente
del PSOE, Pedro Sánchez, lo ha vuelto a reiterar y plantear
ante el Presidente de la Generalitat, con el ánimo de
escuchar y seguir trabajando para confluir en los acuerdos,
que sin duda llegarán si estamos trabajando para
conseguirlos. El diálogo no ha cesado, aunque el Sr. Rajoy
no lo ha puesto fácil, por su posición inmovilista para
favorecer encuentros y acercamientos entre las diversas
posiciones.
El Sr. Mas quiere aparecer el primero de la manifestación,
porque se juega su liderazgo electoral, que se ve amenazado
por Oriol Junqueras. A propósito de este dirigente y de su
formación, gracias a la Constitución tiene derecho a
defender lo que estime, pero sin amenazas, sin prepotencia y
sobre todo respetando los preceptos democráticos que todos
debemos cumplir.
Profundizando en la propuesta del PSOE sobre la Reforma
Constitucional, que puede favorecer una solución al problema
que nos ocupa, destacaría su defensa y apoyo al Gobierno en
la aplicación de la ley, pero sin dejar de trabajar para que
se muevan las posiciones, cruzando puentes permanentemente,
que aproximen y lleguen a un acercamiento entre el
inmovilismo centralista y la secesión, jugando un papel
determinante como punto de encuentro el federalismo.
La propuesta que el PSOE ha puesto encima de la mesa
pretende: “Hacer una España más fuerte, más potente, más
cohesionada, más dialogante, un gran espacio de convivencia…
Es preciso que Cataluña y el resto de España se entiendan;
tendiendo puentes, fortaleciendo la convivencia, el diálogo
y la comprensión mutua, para trabajar por un futuro común…”
Ahora más que nunca, reivindico el extraordinario e
impagable servicio que los partidos democráticos hicieron
para presentar y posibilitar una Constitución, que fue
ratificada por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Es el
marco legal que nos permitió sacar a España de la noche
oscura a la que nos condenó la dictadura que padecimos, para
ver la luz en un nuevo país con una democracia moderna.
Pienso que esta Constitución será la que también contribuya
a encontrar soluciones que satisfagan a Cataluña y al resto
del Estado español. Por supuesto que saldremos ganando
todos, con las reformas que procedan dentro del marco legal
y con los consensos necesarios.
Finalmente quiero terminar como inicié este artículo,
haciendo referencia a la necesidad de preservar los derechos
constitucionales de la ciudadanía de Ceuta. El Gobierno
tiene que cumplir con su cometido y que se cumpla lo
expresado por la Vicepresidenta: “Nadie está por encima de
la ley y de la democracia”, pero también estoy de acuerdo
con lo expuesto por el Secretario General del Partido
Socialista.
Pedro Sánchez ha manifestado en una Asamblea Abierta: “Al
lado del Gobierno para respetar la legalidad, pero con la
legalidad no basta, es necesario también la negociación, el
acuerdo y que votemos todos los españoles.” El lunes pasado
en un medio de prensa nacional expuso: “En unas semanas,
Mariano Rajoy habrá demostrado que el Estado no admite
desafíos. Bien. Ahora debe demostrar que es capaz de
trabajar por el futuro y no solo por su mantenimiento. El
Partido Socialista está convencido de que no podemos esperar
más, de que no podemos seguir quietos. Y en el diseño y la
construcción de ese futuro estaremos, de nuevo,
comprometidos. Y daremos pasos para facilitarlo y hacer
posible un nuevo pacto, un nuevo acuerdo de convivencia. Y
este si será sometido a refrendo de todos los ciudadanos.”
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