Aunque sólo fuera para despegar y
aterrizar una avioneta, con una pancarta, reclamando que
Cristiano Ronaldo volviera al Manchester United.
Así, pues, funcionó el sábado por la tarde, uno de esos
aeropuertos, el de Castellón, que se hizo por el capricho de
unos políticos, que costó una barbaridad y que,
prácticamente, no tiene tráfico, salvo en ocasiones como
ésta, cuando una peña del club inglés se ha gastado casi
2000€ para que una compañía española, con una de sus
avionetas, sobrevolara, en repetidas ocasiones, el campo del
Villarreal, en tanto que se estaba disputando el encuentro
entre el propio Villarreal y el Real Madrid.
Ya puede tomar ejemplo de cómo se activa el tráfico aéreo,
también, el de Ciudad Real, que ha sido otro de los
aeropuertos fruto de la fiebre del figureo y la mala
administración de unos políticos que, especialmente, con
dineros de unas cajas de ahorros, crearon algo que, tan sólo
están utilizando, de vez en cuando, los pájaros para
arrancar sus vuelos y para posarse sobre las pistas, sin que
nadie les moleste. En este caso el de Castellón fue algo más
rentable, con esa avioneta para hacer publicidad.
Y una vez que hemos llegado a esta situación, mientras que
el sábado yo veía la avioneta volando y con la pancarta,
llamando a Cristiano Ronaldo, pensaba para mí que no hubiera
hecho falta haberse gastado tanto dinero para tan poco
rendimiento, porque un vuelo de una avioneta de ese tipo se
puede hacer y se hace, para cualquier simple capricho, desde
una de las veredas que separan las diversas fincas, en la
concentración parcelaria, que ya hace años hicieron en el
campo de mi pueblo, con lo que no descarto que alguien de
allá de mi tierra, tras haber visto el invento de los
ingleses, en los aires de Castellón, haya empezado a hacer
elucubraciones y empiece a programar, con su propia
avioneta, vuelos promocionando los productos de la zona, las
fiestas de la comarca, las mejoras en los servicios cuando
llegue la trashumancia y un largo etc. que vendría muy bien
a la zona y que no tendría que partir de grandes
desembolsos, porque la concentración parcelaria, aunque para
nada, ya se hizo en tiempos pasados y ahí están las fincas
sin producir, aunque eso sí con buenas veredas que separan
las unas de las otras.
Y es que tener, en un radio de acción, no demasiado largo,
localidades como Ávila, Salamanca, Toledo, las inmediaciones
de Madrid y todo el norte de Extremadura, es tener asegurada
una clientela para promocionar todo lo que hay en la zona,
lo que conviene a una gran parte de esa población, y además
a un precio cada anuncio mucho más asequible que una simple
página en la prensa, pongamos por caso.
Y otra de las cosas que nos tiene que traer para el futuro
todo esto es saber como, cuando y donde se puede reclamar
algo que cause impacto y que no sea caro, ahora que estamos,
todavía, en época de crisis y sin saber cuando se va a salir
de ella. Mira por donde eso nos lo han mostrado los
ingleses, quienes, en esta ocasión, nos lo han enseñado y
además pagándonos, que no es el fuerte de los ingleses
enseñar gratis, cuanto más darnos una clase y, además,
recompensarnos por ello.
El hecho, sin embargo, hay que verlo mucho más allá de la
simple anécdota, porque esa llamada al futbolista puede ser
el anticipo de otra reclamación, con la cartera repleta de
billetes y todo ello partiendo de unas instalaciones que
costaron un dineral y hasta ahora no producían nada. Por una
vez, desde Inglaterra se nos da algo positivo.
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