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El nuevo curso académico dio
comienzo hace veinte días y parece que no va a ser para nada
tranquilo, tal y como así de desprende de la entrevista
mantenida con el secretario general de la Federación de
Enseñanza de CCOO en Ceuta, Antonio Palomo, quien ha
augurado un curso “complejo, conflictivo, con una amplia
problemática y casuística educativa que francamente
preocupa”. Pero esta preocupación parece que sólo le atañe a
los docentes ya que desde el Ministerio se viene
continuamente echando por tierra todos aquellos acuerdos
alcanzados entre la Junta de Personal Docente y la Dirección
Provincial del MECD a través de decisiones faltas de
coherencia y con una alta carga de desconsideración hacia el
sistema educativo ceutí. Lejos de entrar a valorar si antes
Ceuta y Melilla eran catalogadas como las ‘joyas de la
Corona’ en el ámbito educativo y que ahora podrían ser
llamadas ‘las Cenicientas’, lo cierto es que difícilmente se
podrán adoptar medidas adecuadas a mejorar el sistema
educativo ceutí si desde Madrid se opta por obviar la
verdadera problemática existente, denunciada los profesores
desde hace años por activa y por pasiva, para simplemente,
en un ejercicio de soberbia implantar por la ley del
decretazo medidas que lo único que están logrando es ahogar
aún más a un alumnado que es el principal perjudicado de
toda esta lamentable situación. O cambian las cosas o todo
hace presagiar que lejos de encontrar soluciones a un futuro
educativo muy complicado lo que se está consiguiendo es que
esta situación se vaya enquistando todavía más provocando
que poco a poco sea cada vez más difícil llegar a un punto
de encuentro en el que poder iniciar ese camino para
recuperar el sistema educativo ceutí.
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OPINIÓN / EDITORIAL
