El ámbito de la educación sigue dando de que hablar.
Durante el curso pasado las manifestaciones y protestas
contra las políticas educativas aplicadas eran continuas y
este nuevo curso parece que no va a ser distinto. El día
antes de iniciarse el nuevo curso escolar se producía una
manifestación frente a las pueras de la Delegación del
Gobierno para mostrar el malestar por todo lo que hasta la
fecha viene aconteciendo en el ámbito educativo. En este
sentido EL PUEBLO ha elaborado unas entrevistas con cada uno
de los sindicatos del sector educativo que componen la Junta
de Personal Docente. En la de hoy, Antonio Palomo,
secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO
responde a las cuestiones planteadas por nuestro diario
Pregunta.- La educación lleva un tiempo que viene sufriendo
lo que desde los sindicatos se suele llamar recortes en
cubierto. El pasado año fue un año muy complicado en todo el
ámbito educativo pero parece que este año no va a ser
diferente ¿Cuales son esos recortes en cubierto que se
vienen produciendo y cuales son los problemas que se
incorporan, a los ya existentes, este año?
Respuesta.- Lo cierto y real es que se han dado en llamar
recortes encubiertos, cuando son recortes puros y duros.Se
les ha denominado así porque la administración arguye que no
ha bajado el número de trabajadores (afirmación que no es
totalmente cierta) y sin embargo ha aumentado
espectacularmente el número de alumnos y de niveles, lo que
supone un claro recorte al tener que atender más alumnos y
necesidades con parecido o menor número de profesores que
hace años. Es cierto que el pasado curso fue, como los
anteriores, bastante complejo. ¿Recortes? Baste decir que la
administración se jacta de apertura de nuevas aulas e
inauguración de nuevas unidades con el mismo cupo de
profesores. Añadir cómo complementos negativos al curso que
se avecina el cambio del calendario escolar, las
intrucciones de comienzo de curso (una irracional y
extravagante normativa que nada arregla y mucho interfiere),
la regularización (o “desregularización en la práctica”) del
funcionamiento de los comedores..., y otras lindezas por el
estilo.
P.- Durante el curso pasado celebraron numerosas
concentraciones y manifestaciones, incluso este año, antes
de dar comienzo el curso se celebró una concentración frente
a la Delegación del Gobierno ¿Considera que estas muestras
de protesta sirven para algo teniendo en cuenta que desde la
administración siempre se resalta la poca participación en
las mismas?
R.-Las movilizaciones siempre tienen su efecto y resultado,
aunque, a veces, no tengan la inmediatez que desearíamos.
También hay que tener en cuenta que en contextos adversos
(como sucede actualmente) “no retroceder o no hacerlo mucho
es avanzar“. Nunca podremos saber el retroceso que hubiesen
sufrido nuestras condiciones laborales y de la educación en
nuestra ciudad si hubiésemos sido menos reivindicativos.
Estoy convencido que sin movilizaciones estaríamos mucho
peor y si estas hubieran tenido más respaldo habríamos
parado muchas de las agresiones sufridas.
P.- Respecto a esa poca participación en las
manifestaciones ¿Echa en falta la presencia de más
profesorado, padres de alumnos y alumnado en las mismas?
P.- Resulta obvio que movilizar en nuestra ciudad es una
tarea de titanes, pero las movilizaciones en el ámbito
educativo no son de las peores. Hay alguna de ellas que han
batido récords de participación (paros parciales, algunas
concentraciones....). Ello no es óbice para reconocer que no
están todos los que deberían de estar en las movilizaciones.
Si el nivel de indignación y repulsa que se detecta en los
pasillos de los centros y en las conversaciones de
profesores fuese el barómetro del respaldo contra la
política ministerial y se trasladase al movimiento
reivindicativo batiríamos récords.
P.- Una de las medidas más criticadas ha sido el
calendario escolar que desde el MECD se ha implantado para
Ceuta, haciéndose caso omiso al propuesto por parte de la
Comunidad Educativa Ceutí ¿Cómo catalogaría esta decisión?
¿la considera perjudicial tanto para el profesorado como
para el alumnado?
R.- Sin entrar en consideraciones de carácter pedagógico y
funcional, ya que sería un debate complejo y controvertido,
considero que se ha tomado una decisión sin precedentes y
que deja a las claras las formas y maneras de proceder de
este ministerio. Para salvar egos personales y reafirmar
posturas individuales, se actúa contra una petición unánime
de la ciudadanía y se ningunea y ridiculiza al director
provincial, al foro educativo, a los profesores, padres,
alumnos...incluso se ponen en evidencia y ridículo ellos
mismos que, en principio, aprobaron el anterior calendario.
Patético. Estimo que la distribución de los días resulta
desproporcionada, sin orden y sin criterios, valga como
referencia los tres “puentes” en Octubre
P.- Desde hace años se viene luchando por la creación de
nuevas aulas que eviten la masificación de estas. Estas
aulas no llegan y lo único que se ha logrado es que algunos
centros reconviertan sus espacios para poder atender toda la
demanda educativa, generando aún más problemas ¿Desde los
sindicatos que se puede hacer al respecto?
R.- Llevamos mas de una década denunciando la falta de
centros y la urgencia de acometer construcciones escolares.
Ni esta, ni las anteriores administraciones han actuado y
solo cuando la situación es, como la actual, de auténtica
emergencia se habilitan espacios que sobran. Los sindicatos
poco mas podemos hacer que lo que hemos hecho y hacemos,
denunciar insistentemente y avisar de lo que se nos venia
encima, a consecuencia de la desastrosa gestión que ha
puesto el énfasis en la construccion de infraestructuras
faraónicas y la carencia absoluta de atención a los
servicios básicos.
P.- Corríjame si me equivoco. La ley educativa marca una
ratio de entre 20 y 25 alumnos (creo) pero en Ceuta esa
ratio ya está ubicada en un mínimo de 30 alumnos por clase
¿Cuales son las problemáticas que esto genera, no sólo en el
profesorado sino también en el alumnado?
R.- La masificación en las aulas (y 30 alumnos lo es, a
pesar de las declaraciones de algunos cargos políticos)
tiene unas nefastas consecuencias en todo el proceso
educativo. El profesorado se ve desbordado, estresado e
insatisfecho con su labor al no poder atender a sus alumnos
en condiciones. La atención a la diversidad pasa a ser un
concepto de imposible ejecución. En definitiva, se sobrevive
y se empobrece hasta límites impensables la calidad del
servicio. Se está condenando a generaciones de alumnos a un
retroceso en su formación integral que arrastraran durante
toda su vida y que tendrá un innegable coste social y
personal.
P.- ¿Por qué cree usted que el MECD tiene esa política
autoritaria e impositiva con Ceuta y Melilla?
R.- Debe de ser algo inherente al talante personal de los
actuales cargos ministeriales y que como “pintan” tan poco a
nivel estatal, el ninguneo que ellos sufren de las
comunidades autónomas, lo practican con nosotros. Hubo un
día en el que a ambas ciudades se les denominaba “La joya de
la corona”, en alusión a que se nos debería ver como el
reflejo de la buena gestión ministerial. Hoy en día
deberemos ser “La Cenicienta”
P.- Si finalmente el MECD hace lo que considera
conveniente, obviando los acuerdos y las negociaciones
alcanzados por los representantes educativos con la
Dirección Provincial del MECD ¿Qué pinta la figura del
director provincial y la de los propios sindicatos?
R.- Entre las aspiraciones y reivindicaciones más repetidas
por la Junta de Personal ha estado la conversión del Grupo
de Trabajo de Ceuta y Melilla en una auténtica mesa
sectorial especifica con competencias plenas. Este nuevo
equipo no solo hizo caso omiso a estas peticiones sino que
lapidó el Grupo de Trabajo con la “excusa” de querer dotar
de más competencias al director provincial. Burda mentira.
El director provincial tiene menos capacidad de decisión que
nunca. Todo se decide en Madrid y lo peor es que sin
preguntar ni informarse. Así nos va.
P.- ¿No se sienten ninguneados?
R.- Obviamente, no se nos tiene en cuenta, ni se nos pide
opinión. Curiosamente si les afectan nuestros
posicionamientos en los medios. No se puede esperar mucho de
esta antidemocratica y nada participativa forma de
gestionar. Si no consultan ni a su propia dirección
provincial, como lo van a hacer con los representantes de
los profesores. Ordeno (más apropiado seria decir desordeno)
y mando
P.- ¿Cuanto tiempo más se puede soportar una situación
como la que viene viviendo desde hace tiempo la comunidad
educativa?
R.- La educación como el papel, a la hora de escribir, lo
aguanta todo, otra cuestión será evaluar las nefastas
consecuencias que el mantenimiento de estas políticas van a
acarrear.
P.- Desde el aspecto sindical, ¿cómo se presenta este
curso que lleva tan sólo veinte días en marcha?
R.- Complejo, conflictivo, con una amplia problemática y
casuística educativa que francamente me preocupa. No veo
intención, ni actitud para acometer actuaciones o soluciones
a los muchos problemas que tenemos y otros que,sin duda,se
van a suscitar. Además este año tendremos elecciones
sindicales, que en este contexto se vuelven más complejas.
Espero y deseo que todos los sindicatos estemos a la altura
de la representación que tenemos y que la campaña sea limpia
y leal. No es momento (nunca lo es) de fragmentación o
desunión sindical.
P.- La LOMCE entraba a partir de este curso en vigor ¿Qué
supone esta nueva ley para el sistema educativo?
R.- Desde mi punto de vista una ley mas, que exigirá los
reajustes necesarios y que nada relevante va a aportar al
proceso educativo.
P.- Usted que está metido en el mundo sindical ¿cuáles
son las reivindicaciones que le trasladan los docentes?
R.- Son muchas, pero prioritariamente al profesorado le
preocupa las condiciones en las que tiene que desarrollar su
trabajo (masificación, excesiva e inútil burocratizacion,
.....), le indigna la falta de consideración y trato que
recibe de la administración y le frustra profundamente que,
a pesar, de una mayor dedicación no se puedan obtener
mejores resultados educativos.
P.- Otro de los graves problemas son los retrasos en las
becas, así como el cierre de comedores escolares ¿Cual es la
postura desde CCOO ante esta situación?
R.- Llevamos años “clamando en el desierto” para que el
ministerio entienda que las familias no pueden, ni deben de
recibir el importe de las ayudas cuando el curso esta en su
ecuador. Es totalmente inútil, la sordera ministerial, el
aislamiento e incomunicación que mantienen con la ciudad,
hace que año tras año se repite con estúpida insistencia
esta incomprensible actuación. Sobre el posible cierre o
para hablar con más propiedad, imposible puesta en
funcionamiento de los comedores escolares, habría que
preguntar a los responsables de la confección y publicación
de la orden ministerial que los regula. Resulta obvio, que
no ha habido ni consultas, ni asesoramiento sobre la
especificidad del funcionamiento de este servicio en nuestra
ciudad, ya que de haberse molestado, nadie en su sano juicio
hubiese diseñado esta normativa, de la forma en que se ha
hecho. Para la puesta en marcha de los comedores escolares
es imprescindible que se dicten instrucciones que maticen,
aclaren y modifiquen apartados y aspectos de la mencionada
orden. Si no es así, será imposible que, cumpliendo la ley,
funcione el servicio.
P.- Para finalizar, ¿Cual sería para usted el sistema
educativo ideal, o dicho de otra forma, qué cambiaría del
sistema educativo actual y que dejaría del mismo?
R.-Yo creo que tampoco hay que ser demasiado derrotistas. Si
comparamos el estado de la educación en la actualidad con la
de hace treinta años, nos daremos cuenta de los innegables y
sustanciales avances que en el ámbito educativo se han
producido: universalizacion de la enseñanza, un sistema
educativo mucho más equitativo, facilidad de acceso a todos
los niveles educativos, atención a la diversidad ......En
definitiva, al sistema educativo le falta “estabilidad
legal” (una ley con carácter de permanencia) y más
inversión. Le sobran los últimos tres años de recortes y
regresiones que han supuesto una parada y retroceso en la
evolución educativa que nuestra sociedad ,nuestro país y las
futuras generaciones van a pagar a un altísimo precio.
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