Durante unas horas estuvo activado el protocolo estipulado
ante la presencia de un posible caso de ébola, aunque
finalmente y tras los urgentes análisis realizados, los
facultativos del Hospital Universitario dictaminaron que no
se trataba de ébola, sino de una afección gastrointestinal.
Todo se produjo después de que miembros de la Guardia Civil
interceptaran a un inmigrante subsahariano y lo trasladara
hasta las dependencias del Instituto Armado en la zona de
Hadú. Una vez allí, y mientras procedían a la identificación
del subsahariano, éste aseguró sentirse mal, presentando
síntomas característicos por infección del ébola como fiebre
muy alta y vómito de sangre. En ese mismo instante se
procedió a activar el protocolo y se puso en conocimiento
del servicio sanitario de este posible caso de ébola.
Inmediatamente, una dotación se presentó en la Comandancia
de la Guardia Civil, donde los sanitarios, ataviados con los
trajes protectores, con el fin de aislar al subsahariano
hasta poder realizarle las pruebas pertinentes y confirmar o
descartar si realmente esos síntomas correspondían al virus
del ébola.
Mientras los sanitarios desplazados hasta la Comandancia de
la Guardia Civil, en el Hospital quedaba activado el
protocolo de actuación y se habilitaba una zona de
aislamiento con el fin de mantener apartado del resto de
pacientes al subsahariano hasta determinar si finalmente
estaba infectado.
Tras varias pruebas realizadas, finalmente se descartó que
el individuo estuviese enfermo de ébola, por lo que, después
de varias horas, quedó desactivado el protocolo y todo
volvió a la normalidad.
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